PANAMA: Ngobe-buglés a punto de lograr el sueño de la autonomía

Con la inminente aprobación de una ley que le otorga la autonomía sobre sus tierras ancestrales, el pueblo ngobe-buglé de Panamá se apresta a realizar un sueño que costó muchas vidas y 30 años de lucha.

El presidente del Congreso Ngobe-Buglé, Marcelino Montezuma, indicó que el territorio y las atribuciones que otorga la ley de autonomía que analiza el parlamento "no contempla todas las aspiraciones de este pueblo, pero es un gran avance".

Un grupo de los ngobe-buglé y otras comunidades indígenas que viven dentro del futuro territorio autónomo se oponen a la ley que se debate en el parlamento porque no fueron consultados.

La etnia reclamaba la autonomía sobre un área de 11.000 kilómetros cuadrados ubicada en las occidentales provincias de Chiriquí, Veraguas y Bocas del Toro, donde tienen su hábitat desde hace más de 400 años.

El proyecto presentado por el gobierno ante el parlamento incluye la segregación de unos 700.000 kilómetros de territorio para uso exclusivo de los ngobe-buglé, el cual será gobernado según las leyes tradicionales de la etnia.

Los caciques, el Congreso General y los Congresos Regionales y locales serán los encargados de hacer cumplir las leyes no escritas que han regido hasta ahora a los 180.000 ngobe-buglé.

La ley de autonomía también consagra la propiedad colectiva de la tierra, las aguas, los bosques y la fauna que se encuentra en el territorio ngobe-buglé, excepto las pequeñas parcelas que actualmente poseen unos 4.000 campesinos pobres no indígenas.

Sin embargo, no incluyó el requisito de ser consultados previamente por el gobierno central antes de otorgar derechos de explotación de minerales en el subsuelo del territorio autónomo, como exigían los indígenas.

Los ngobe-buglé reclamaban la suspensión de los proyectos de explotación minera y que se les otorgara el derecho a ser consultados y a participar de las ganancias generadas por la extracción de minerales u otros recursos del subsuelo.

El texto establece el pago obligatorio de indemnización por parte del Estado cuando se produzca el traslado o reubicación de poblaciones o personas por causa de programas de desarrollo a realizarse dentro del territorio ngobe-buglé.

El diputado opositor Lenin Sucre advirtió que la falta de una disposición que regule las relaciones entre los indígenas y las compañías mineras que se radiquen en ese territorio "en algún momento revivirá el conflicto" entre ambos sectores.

En los últimos tres años ocurrieron varios enfrentamientos entre las compañías mineras beneficiadas con concesiones para la extracción de oro, plata y cobre con indígenas de Veraguas opuestos a esos planes.

Un grupo de ngobe-buglés de Veraguas y varios centenares de indígenas Bokotas de Bocas del Toro se oponen a la ley de autonomía.

El dirigente del Congreso Regional de Veraguas Domingo Clara indicó a IPS que el proyecto negociado entre el gobierno y el grupo de Montezuma "no fue consultado" con el resto de la dirigencia ngobe-buglé.

Tras advertir que su posición es de "mantener el proyecto original" aprobado por la etnia en 1983, Claro dijo que "Veraguas no va a aceptar la ley".

En tanto, el dirigente bokota Bartolo Santos calificó de "lamentable" que el gobierno haya consultado únicamente a los ngobe-buglé para establecer una ley de autonomía para un territorio donde radican otros pueblos autóctonos.

"Desconoceremos las autoridades de la Comarca (territorio autónomo) y jamás abandonaremos nuestras costumbres, lenguajes y rasgos culturales", subrayó Santos al rechazar que su pueblo sea gobernado por las autoridades ngobe-buglés.

Los bokotas, los teribes y los bri bri (estos dos últimos también radicados en Bocas del Toro) son los únicos pueblos indígenas de Panamá que carecen de un instrumento legal que regule la autonomía sobre el territorio que habitan.

Los alrededor de 35.000 kunas cuentan desde 1932 con una ley que regularizó su gestión sobre un territorio autónomo ubicado en el caribeño archipiélago de San Blas, cerca de la frontera con Colombia, mientras que los 20.000 emberás gozan de un estatuto legal similar desde 1984.

Los emberás están radicados en un área de 4.000 kilómetros localizada en plena selva de Darien, limítrofe con Colombia. (FIN/IPS/sh/dg/pr/97)

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