Israelíes y palestinos seguían hoy enfrascados en febriles negociaciones para resolver una serie de exigencias de ambas partes que no se refieren estrictamente al acuerdo sobre la ciudad de Hebrón pero condicionan su firma, la que podría producirse en esta jornada o en la próxima.
Si bien se informa que el pacto sobre el retiro de las tropas israelíes de 80 por ciento de la ciudad de Hebrón -donde unos 400 judíos viven en cinco enclaves y rodeados de 120.000 palestinos- está virtualmente listo, su firma depende de un acuerdo sobre el repliegue militar de las zonas rurales de Cisjordania.
Los palestinos demandan también la liberación de miles de sus militantes, presos en Israel, y la luz verde del gobierno israelí para la construcción de un aeropuerto internacional en la franja autónoma de Gaza.
El gobierno de Israel, encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, reclama diversas medidas destinadas a garantizar la seguridad de los colonos hebreos en el centro de Hebrón y demás asentamientos en los territorios de Cisjordania y Gaza, bajo el gobierno autónomo palestino.
El repliegue israelí de las zonas rurales de Cisjordania, de acuerdo con lo estipulado en los acuerdos de paz sellados entre el líder palestino, Yasser Arafat, y el anterior gobierno laborista de Israel, debería comenzar a finales de febrero y completarse a finales de agosto .
Sin embargo, en un compromiso logrado este domingo por el rey Hussein de Jordania, los palestinos aceptaron postergar la tercera fase de la retirada israelí hasta mediados de 1988, lo cual allanaría el camino a un acuerdo definitivo.
Israel mantiene hoy en día unos 1.200 soldados en Hebrón, para vigilar la vida de los 400 colonos judíos ortodoxos que eligieron asentarse en la ciudad donde descansan los restos del patriarca Abraham (Ibrahim en árabe), en sitio sagrado venerado por hebreos y musulmanes.
Después de haber proclamado -al lograr su victoria electoral de mayo pasado- que honraría los acuerdos de paz firmados por el gobierno saliente, Netanyahu demoró en sucesivas instancias la transferencia efectiva de los territorios autónomos, exigiendo diversas garantías para la seguridad de los colonos.
Según trascendió, la policía palestina no portará rifles sino pistolas, se formará un "grupo de intervención rápida" para responder a las crisis, y una fuerza conjunta de ambas partes patrullará las alturas que dominan los enclaves judíos.
Tras la retirada israelí de Hebrón, una fuerza policial palestina de 400 efectivos controlará el orden en la ciudad. De todas formas los colonos permanecerán en el centro de Hebrón, protegidos por un grupo de soldados israelíes y por los observadores europeos que verificarán el cumplimiento del pacto. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/arl/ip/97