El secretario general de la ONU, Kofi Annan, fue calurosamente recibido hoy por el presidente estadounidense Bill Clinton en Washington, aunque las relaciones entre Estados Unidos y el foro mundial podrían no resultar tan amistosas a largo plazo.
La recepción de Annan en Washington constituye ciertamente una mejoría en la relación entre la Casa Blanca y la secretaría general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), deteriorada en los últimos dos años durante el mandato del egipcio Boutros Boutros-Ghali.
El deshielo se hizo evidente cuando Clinton expresó este jueves su satisfacción por la elección del ghanés Kofi Annan, a quien calificó como "un reformador probado y un hombre comprometido con la revitalización de las Naciones Unidas".
De forma igualmente significativa, altos funcionarios estadounidenses (decisivos para la elección de Annan en sustitución de Boutros-Ghali, el mes pasado) manifestaron su intención de pagar a la ONU 1.300 millones de dólares en aportes atrasados, que la organización mundial precisa desesperadamente.
"No podemos pretender un papel de liderazgo en la ONU si no estamos al día con nuestras contribuciones", declaró Clinton tras su encuentro con Annan, cuya visita a Washington se prolongará tres días.
El presidente señaló que sus propuestas presupuestales al Congreso incluyen el pronto reembolso de los aportes atrasados a la ONU, y afirmó que se esforzará por persuadir a los legisladores de aprobar sus proposiciones. (sigue