ONU: Annan rendirá su primer examen en Washington el próximo 23

La pronta concertación de una reunión entre el nuevo secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, para el 23 de este mes, parece un nuevo reflejo de la rapidez con que se distienden las relaciones de Washington con esta Organización.

El propio Annan anunció este miércoles que la entrevista tendrá lugar sólo tres días después del juramento constitucional que Clinton deberá prestar para inaugurar su segundo mandato presidencial, instalando de inmediato a su nuevo gobierno, en el cual ingresará Madeleine Albright como secretaria de Estado.

Según informó el secretario general, en la reunión del 23 estarán presentes los principales colaboradores de Clinton en política exterior.

También dijo que piensa entrevistarse con dos destacados republicanos, el senador Jesse Helms de Carolina del Norte y el representante Benjamin Gilman de Nueva York, quienes presiden los respectivos comités de relaciones exteriores del Senado y la Cámara de Representantes.

Entre los asuntos que Annan se propone plantear, de acuerdo con sus declaraciones, se encuentra la necesidad de que Estados Unidos cancele los atrasos financieros que mantiene con la ONU (Organización de las Naciones Unidas), estimados en 1.300 millones de dólares.

Esa deuda, recordó el secretario general, ha impedido que la ONU, entre otras obligaciones, pague con puntualidad a los países que contribuyen con miles de soldados a las misiones de paz.

"Todos deberíamos cumplir nuestros compromisos con la ONU", advirtió el ghanés Annan, quien asumió el cargo el día 1.

El secretario confió a la prensa que, durante la reunión que sostuvo el martes con el secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Warren Christopher, hizo hincapié en que el dinero debido a la ONU no pertenece a la Organización sino a países como Fiji, Zambia o Zimbabwe".

Tras el encuentro del martes con el nuevo responsable de la ONU, Washington dio señales esperanzadoras para los deseos de Annan, indicando la intención de pagar. Esta actitud contrasta con la resistencia exhibida ante el anterior secretario, Boutros Boutros-Ghali.

"Estados Unidos quiere cumplir con sus obligaciones financieras", declaró Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, después de la reunión Christopher-Annan. "No nos enorgullecemos de ser un país deudor de las Naciones Unidas".

Burns agregó que, sin perjuicio de las objeciones de fondo que Helms y otros republicanos interponen a la financiación de la ONU, el gobierno de Clinton ha prometido colocar el debate sobre los atrasos entre las prioridades de 1997.

Muchas fuentes de la ONU piensan que esa promesa está ligada a la selección de Annan para la Secretaría General, en diciembre pasado. A nadie se le oculta que Washington chocaba con el talante independiente del egipcio Boutros-Ghali.

"Sinceramente, nosotros entendíamos que Boutros-Ghali no se comprometía lo suficiente con la reforma interna de las Naciones Unidas", expresó Burns.

Permanece en pie, sin embargo, la pregunta de si Annan podrá inspirar más confianza a los republicanos como Helms, que en una recordada ocasión comparó el envío de ayuda estadounidense a Africa con "echar dinero en un nido de ratas".

La secretaria de Estado entrante, Madeleine Albright, dijo este miércoles ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que Annan "es un muy buen ejemplo de alguien empeñado en una Organización de las Naciones Unidas adelgazada y reformada".

Helms introdujo el tema de los atrasos en la audiencia de confirmación de Albright para ser nombrada secretaria de Estado. Hasta ahora delegada permanente de Estados Unidos ante la ONU, la diplomática cuenta entre sus créditos el haber encabezado la lucha contra la reelección de Boutros-Ghali.

"Tengo la impresión (por artículos de prensa) de que luego del éxito que usted ha tenido al oponerse al señor Boutros-Ghali, el Congreso debería sentirse satisfecho y pagar sin más ese gran cheque, olvidándose del asunto", comenzó diciendo Helms.

"Sin embargo, yo no estoy dispuesto a olvidarme del asunto. El balón está ahora -si usted me perdona- en su patio, y en el patio del señor Annan".

La mayor preocupación del Ejecutivo se centra ahora en saber si Annan será capaz de convencer al Congreso de que Naciones Unidas está recortando su propia burocracia, en medida suficiente para que los legisladores ratifiquen los compromisos financieros de Washington, que asume la cuarta parte del gasto de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/arl/ip/97

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