El gobierno de Arnoldo Alemán, que el viernes asumirá la Presidencia de Nicaragua, deberá establecer un nuevo marco legal y mayores estímulos fiscales, para concluir el proceso de reactivación de la minería, sector que viene cobrando auge en los últimos cuatro años.
"El balance de estos cuatro años es positivo, ya que se ha posibilitado la reactivación del sector minero nicaragüense", dijo a IPS Rayniero Romero, director de Minas del Ministerio de Economía y Desarrollo.
No obstante, añadió que el próximo gobierno tendrá que atraer más inversión extranjera, para garantizar que en el año 2000 Nicaragua regrese a su producción histórica de 200.000 onzas-troy de oro.
En las décadas del 50 y 60, la producción aurífera de Nicaragua era del orden de las 200.000 onzas-troy anuales y el país centroamericano se ubicaba en el lugar número 12 a nivel mundial.
En los años 70 comenzó a caer la producción y en la década del 80 disminuyó a 36.000 onzas-troy. Pero de 1992 a 1996, la producción aurífera alcanzó un total de 291.000 onzas-troy.
Esto representó al país ingresos del orden de los 107 millones de dólares, según el último informe del Ministerio de Economía.
"En términos específicos, es el resultado del proceso de privatización, y la llegada de inversionistas extranjeros en el campo de la exploración y la explotación", comentó Rayniero.
Hasta el momento, el país ha otorgado 94 concesiones de exploración y explotación, tanto de minerales metálicos como no metálicos. La mayor parte de las concesiones, 65 en total, son de exploración.
En 1995, firmas extranjeras como North Atlantic Resources, Delgatria, Western Mining, Minera Occidente S.A. y Nycon Resources invirtieron cerca de 10 millones de dólares en tareas de exploración, según el informe del Ministerio de Economía.
Como resultado de estas inversiones y las políticas gubernamentales se estima que este año la producción aurífera alcanzará las 140.000 onzas-troy.
Sin embargo, Romero valoró que el próximo gobierno tendrá que establecer reglas más claras para los inversionistas, ya que la actividad en el sector sigue rigiéndose por la Ley Especial sobre Exploración y Explotación de minas y canteras de 1965.
En su opinión, el gobierno entrante tendrá primero que garantizar la aprobación del anteproyecto de Ley de Minas que se encuentra en el parlamento desde varios meses.
Como un elemento favorable se considera el hecho de que en febrero próximo comenzarán las labores de explotación del cerro El Mojón, en el centro del país, el proyecto minero a cielo abierto de mayor envergadura en América Central, con una inversión total de 25 millones de dólares.
Esta mina procesará anualmente entre 80.000 y 90.000 onzas-troy oro, una producción que superaría a la de la mina Santa Rosa, de Santiago de Veraguas, en Panamá, un proyecto minero que al igual que el de Nicaragua está en manos de la compañía canadiense Greenstone.
Según Romero, el proyecto del cerro El Mojón generará al Estado ingresos del orden de 840.000 dólares en concepto de impuestos y creará unos 500 empleos directos. (FIN/IPS/rf/ag/if/97
