KENIA: Peligro de hambruna en nordeste, desastre nacional

El presidente de Kenia, Daniel Arap Moi, declaró estado de desastre nacional en respuesta al peligro de hambruna que amenaza a cientos de miles de personas en áreas afectadas por la sequía.

La decisión, contenida en un breve comunicado de seis líneas, fue adoptada en las últimas horas de este martes a consecuencia de una campaña concertada de organismos especializados y obispos católicos junto a dirigentes regionales, para que el gobierno actúe con rapidez e intente contener el flagelo.

El comunicado -emitido por la Presidencia- informó que Moi hizo la declaración para permitir que el ministro de Finanzas levante gravámenes aduaneros y el impuesto al valor agregado a importaciones de alimentos como maíz, leche y arroz, que se realicen para asistir a la población de las zonas afectadas.

En un boletín especial publicado en Nairobi al comenzar la semana, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alertó sobre la situación y dijo que la sequía, con su secuela de pérdida de cosechas y ganados, podría afectar hasta tres millones de personas.

La FAO estimó que Kenia necesitará importar no menos 1,3 millones de toneladas de cereales en 1997, elevando en 200.000 toneladas una estimación anterior.

La decisión de declarar a la hambruna como desastre nacional coincidió con una exhortación que en ese sentido realizaron este martes 23 obispos católicos.

El arzobispo Zaccaeus Okoth, presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Kenia, explicó en una conferencia de prensa brindada este martes que el reconocimiento de la situación de desastre habilitaría a los servicios eclesiásticos de ayuda y a las organizaciones internacionales a prestar asistencia.

"De esa forma se salvarían muchas vidas y se evitaría mucho sufrimiento humano", expresó el arzobispo.

A principios de este mes, 11 legisladores de la provincia nororiental reclamaron al gobierno que declarara zona de desastre a esa árida región que linda con Somalia.

Los efectos de la sequía son más severos en el nordeste -que ha tenido escasas lluvias en los últimos tres años-, donde la gente ha dependido en gran medida de los alimentos suministrados por instituciones de socorro nacionales e internacionales que trabajaron en la zona durante la guerra de Somalia (1992-93)

El gobierno lanzó la semana pasada el Fondo Nacional de Alivio del Hambre, para el cual asignó seis millones de dólares. La Asociación de Gobiernos Municipales contribuyó este martes con 300.000 dólares al Fondo, cuya meta es reunir 36 millones.

La sequía también afecta al suministro de electricidad, habiendo forzado a la compañía energética a racionar severamente el consumo. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/arl/dv/97

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