Las botellas de plástico que se han impuesto en el mercado para comercilizar bebidas refrescantes andan en millones por todos los rincones de la naturaleza y por las calles de las ciudades, para desesperación de los expertos ambientalistas.
El material llamado tereftalato de polietileno (PET), resistente a los golpes y ligero de peso, es importado principalmente del vecino Trinidad y Tobago o de Canadá, pero también es producido en Jamaica.
Se sabe que 60,2 por ciento de la basura recogida en las playas y otras áreas es plástico, seguido de lejos por la espuma sintética con 12 por ciento, según informó Barry Wade, director gerente de la firma consultora ambientalista Environmental Solutions, especializada en basuras del mar en Jamaica.
Sus estudios son similares a los realizados en California, donde 54,7 por ciento del contenido de los residuos es plástico.
Entre las soluciones que se consideran viables está la incineración, y también el reciclado mediante un programa bien estructurado. Otras opiniones sostienen que lo mejor sería que se sacara de circulación de una vez a las botellas plásticas.
"Alrededor de 55 por ciento del mercado de bebidas refrescantes está dominado por el PET. Esto contrasta con la mayoría de los mercados del mundo, donde ese plástico está en sólo 15 o 20 por ciento del comercio", informó Terry Challenor, presidente de la principal fábrica nacional del ramo.
Challenor dijo que su compañía, Desnoes and Geddes, fue forzada a adoptar el plástico para mantenerse en el mercado, pese a la gran inversión que tenía en el embotellamiento de vidrio.
Se estima que cada mes ingresan a Jamaica 200 millones de botellas de PET, por importación de bebidas y tabaco, con un gran predominio de las primeras.
La firma West Indies Synthetics Company (Wisynco), que produce también bebidas refrescantes envasadas en plástico y que además fabrica algunas de las botellas que utiliza, informó haber tomado medidas para la debida disposición de estos materiales, a los que algunas fuentes califican de creciente peligro ambiental.
"Tenemos unos 200 socios, entre los que se cuentan escuelas y otras agencias, a los que pagamos por recoger las botellas por nuestra cuenta. Lo que hace falta es que la gente se convenza y entregue las botellas a estas escuelas y agencias para que ellas lleguen a nuestras manos", dijo Joe Mahfood, de Wisynco.
"Aunque lo que hace Wisynco es encomiable, la recogida debe ser hecha de forma amplia y generalizada", comentó Elizabeth Dobson, presidenta de la organización Environment Watch. "Otros tipos de plásticos también deben ser reciclados". (FIN/IPS/tra-en/ms/cb/arl/en/97