Los herederos de la Democracia Cristiana (DC), el mayor partido de Italia desde el fin de la segunda guerra mundial hasta si desintegración en 1993, diseñan su estrategia para conservar influencia en el futuro del país.
El Partido Popular Italiano (PPI), uno de los grupos en que se fragmentó la DC, se propone entre sus objetivos principales evitar la pérdida de identidad ante el peso político de los ex comunistas, sus adversarios de siempre, ahora sus aliados en un gobierno de centroizquierda.
El PPI, que desde el jueves realiza en Roma su tercer congreso, es una de las ramas de Olivo, la coalición que gobierna Italia desde mayo y en la que prevalece el ex comunista Partido Democrático de Izquierda (PDS).
La DC gobernó Italia desde la posguerra en alianza con los socialistas, marginando al poderoso Partido Comunista Italiano, hasta que en 1992 comenzó el terremoto de "Manos Limpias", la operación judicial contra la corrupción política.
El sismo fue de grado 10 para la DC y el Partido Socialista, que desaparecieron del mapa político a causa del procesamiento de sus principales figuras por corrupción.
El Secretario del PPI, Gerardo Bianco, que aspira a la reelección en el congreso partidario en curso, advirtió al líder del PDS, Massimo D'Alema, que se opondrá a la transformación de Olivo en una fuerza de izquierda.
"No estamos dispuestos a morir como socialdemócratas", aseguró Bianco.
Bianco tomó las riendas del PPI en marzo de 1995, en un momento particularmente difícil, cuando el partido estuvo a punto de desaparecer debido a la escisión de su ala derecha, que dio vida a Cristianos Democráticos Unitarios (CDU).
Fue un divorcio con todas las de la ley. Los dos grupos swe disputaron la herencia política y material de la DC y finalmente, el CDU se quedó con la cruz atravesada por la palabra "Libertas", emblema democristiano, y fue dividida la antigua e histórica sede de vía Del Jesús, en el centro de Roma.
Un total de 1.121 delegados asisten al congreso, que concluirá en un momento aún no determinado del fin de semana. Entre los asistentes se cuentan los 55 diputados y 28 senadores electos por el PPI en los comicios del 21 de abril.
Bianco y el ex líder sindical Franco Marini se enfrentan por la conducción del partido, aunque sus posiciones son coincidentes en los puntos fundamentales. Un tercer candidato, Pierluigi Castagnetti, aparece con pocas posibilidades.
Los dos candidatos principales se declaran fervientes partidarios del jefe del gobierno, Romano Prodi, también ex democristiano, aunque incorporado a Olivo como independiente.
Bianco y Marini se declararon convencidos de que la mayoría de los 58 millones de habitantes de Italia, miembro de la Unión Europea y del Grupo de los Siete países de mayor desarrollo industrial, deben regresar a sus moderados brazos y renunciar tanto a una derecha populista como a la izquierda socialdemócrata.
Además de Prodi, también son ex DC el presidente de la República Oscar Luigi Scalfaro, hoy políticamente independiente, y el presidente del Senado, Nicola Mancino, del PPI.
Bianco y Marini también excluyen la eventualidad de que el PPI se disuelva en una alianza de centro con Renovación Italiana, un movimiento conducido por el ministro de Relaciones Exteriores Lamberto Dini.
Marini critica a Bianco porque, a su juicio, el PPI ha tenido un perfil bajo en el gobierno.
Este viernes intervinieron en el congreso los invitados especiales, como Prodi, que agradeció el apoyo del PPI a su gobierno, y D'Alema, que aseguró al PPI que no desea transformar Olivo en una fuerza de izquierda.
También subió al estrado un ex DC, Pierferdinando Casini, que líder del Centro Cristiano Democrático (CCD), que forma parte de la coalición de centro derecha Polo de la Libertad, cuya máxima figura es el ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Casini excluyó la unidad de su partido con el PPI y reiteró su adhesión al Polo de la Libertad, aunque invitó a un diálogo abierto a quienes fueron sus camaradas de la antigua Democracia Cristiana.
La DC era llamada la "ballena", porque en su gran inmensidad circulaban numerosas corrientes, las mismas que, al desaparecer el partido, dieron vida a varios movimientos.
Los dirigentes de la DC se distribuyeron entre el PPI, el CCD el CDU, la ex fascista Alianza Nacional y Forza Italia, de Berlusconi. (FIN/IPS/jp/ff/ip/97
