La designada secretaria de Estado Madeleine Albright confirmó ante el Senado la voluntad de Estados Unidos de negociar un Area de Libre Comercio de América (ALCA) antes del 2005.
Asimismo, Albright calificó como un "régimen inaceptable" en Cuba al gobierno de Fidel Castro.
Durante la audiencia de confirmación en el Senado, en la cual este miércoles plantéo sus principales puntos de vista, la nueva secretaria de Estado no dio indicios de que Washington alterará decisivamente su posición en política exterior durante su mandato.
Albright sugirió que la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este, la lucha contra el narcotráfico y las relaciones con China ocuparían los lugares prioritarios en su agenda.
Pero, al ser presionada por miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre detalles sobre esos y otros temas, la diplomática vaciló varias veces, y dijo que mantendrá consultas cerradas con el Congreso como más alto diplomático en Washington.
Albright, la primera mujer en ser designada secretaria de Estado, deberá ser confirmada unánimemente por el comité de exteriores la semana próxima, y luego por el Senado como cuerpo.
La diplomática, que fue embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas durante el primer gobierno del presidente Bill Clinton, fue bien recibida por congresistas de ambos lados de la cámara, incluyendo el presidente del comité, el utltraderechista de Carolina del Norte Jesse Helms.
Con una reputación de ser franca y directa y hacer comentarios agudos y vívidos, la cual le valió una favorable cobertura de prensa, Algright ha sido descrita desde su nominación a comienzos de diciembre como alguien capaz de fortalecer y atraer mayor atención pública al Departamento de Estado.
El presupuesto de este departamento cayó más de 50 por ciento en términos reales desde 1985, con un recorte de unos 2.000 puestos de trabajo y el cierre de más de 30 puestos diplomáticos y consulares en el exterior.
Washington necesita una "diplomacia de primera clase", dijo Albrigth, y prometió dar "total valor a cada dólar proveniente de los impuestos"' destinado al pesupuesto de asuntos internacionales.
El uno por ciento del total del presupuesto federal destinado al Departamento de Estado "podría determinar 50 por ciento de la historia que se escriba sobre esta era".
Pero, a pesar de varias invitaciones de senadores demócratas a que elaborara sobre la necesidad de un mayor presupuesto internacional, Albright no profundizó en el tema.
En un momento, llegó a decir que estaba "abierta" a considerar propuestas de republicanos de derecha para abolir varios organismos autónomos de política exterior administradas por el Departamento de Estado, incluyendo la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID).
Esa propuesta fue firmemente resistida por el saliente secretario de Estado, Warren Christopher, quien alegó que es poco práctica y tiende a confirmar la retirada de Washington de los compromisos mundiales.
Las declaraciones de Albright sobre la responsabilidad de Washington en el pago de los 1.300 millones de dólares que le debe a la ONU también fueron sorprendentemente medidas.
Tras su éxito para derrotar al ex secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, y favorecer a su sucesor, Kofi Annan, muchos analistas estimaban que la diplomática utilizaría cada oportunidad para hacer un llamado a Washington a que mejorara su actitud con las deudas este año.
En Africa, dijo, Washingon debe estimular mayores inversiones y el apoyo a la creación de una Fuerza de Respuesta a Crisis de todo el continente.
En lo que promete ser uno de los debates más controvertidos de la política exterior de Estados Unidos, Albright dijo que la OTAN debe expandirse para cubrir "democracias nuevas" en América Central y el este de Europa, mientras negocia una carta con Rusia para asegurar que la alianza no se vuelque contra Moscú.
Dado que el creciente comercio transpacífico, sostuvo, Asia es "prácticamente igual en importancia para nosotros (que la OTAN)". En esa región, "claramente la relación en la que tenemos que enfocar la atención es China", país con el cual se debe seguir una relación "multifacética".
La presentación de este miércoles desilusionó a activistas de los derechos humanos quienes habían esperado que utilizaría la audiencia de confirmación para anunciar un enfoque más agresivo en el segundo mandato de Clinton.
Pero, además de sugerir que Washington aún "considera activamente" la imposición de nuevas sanciones al régimen militar en Nigeria, Albright no se refirió a otros temas. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/lp/ip/97