La práctica ilegal del aborto está considerada como la tercer causa de muerte en Honduras entre las mujeres en edad fértil, al registrarse un promedio diario de 30 abortos.
Esta cifra abarca sólo los 27 hospitales públicos del país, donde las mujeres llegan con sangrados e infecciones severas luego de ser sometidas a métodos inapropiados, pero las autoridades del Ministerio de Salud estiman que la cifra es mayor en las clínicas privadas.
Enrique Zelaya, director de Riesgos Poblacionales del Ministerio de Salud, manifestó que de acuerdo a las estadísticas de esa dependencia, el problema del aborto va en ascenso, ya que hace seis años las cifras indicaban un promedio de 10 casos diarios en los hospitales.
"Muchas son las causas que llevan a las mujeres a tomar la decisión de abortar, pero en su mayoría están relacionadas con el deseo de la mujer en querer guardar su imagen y apariencia", dijo Zelaya.
En este núcleo, dijo que se encuentran las jóvenes pertenecientes a familias acomodadas y de clase media, que incluso viajan al exterior para realizarse un aborto.
De otro lado, "tenemos a las jóvenes que habitan en la zona rural donde la pobreza compite con su escaso nivel educativo. En estas regiones, personas inescrupulosas se dedican a efectuar abortos sin tomar las precauciones higiénicas del caso", agregó.
Según sondeos efectuados por las autoridades sanitarias, el costo de un aborto va desde 20 a 300 dólares, siendo la expulsión del feto con sondas una de las prácticas más usadas.
En Honduras, la legalización del aborto ha sido una lucha que han mantenido en forma infructusa grupos feministas, que alegan que la mujer es dueña de su cuerpo y por tanto libre de decidir o no un aborto, sin poner en riesgo su vida.
Pero el gobierno rechaza la postura al congelar iniciativas sobre la legalización del aborto, inclusive en aquellos casos terapéuticos donde se pone en riesgo la vida de la madre.
La oposición estatal se debe en parte a la gran influencia que mantiene en el país centroamericano la Iglesia Católica y organizaciones conservadoras como Pro Vida.
Martha Lorena Casco, presidenta de Pro Vida, sostiene que "una mujer que aborta, es una asesina en potencia que debe ser castigada por la ley para no seguir cometiendo hechos tan abominables".
Lo cierto es que "nuestras mujeres se están muriendo a causa del aborto", comentó sin embargo el director de Riesgos Poblacionales del Ministerio de Salud.
"El mismo se ha convertido ya en la tercer causa de muerte materna, y consideramos que deben efectuarse mecanismos para regularlos a fin de disminuír las causas de riesgo", apuntó.
Honduras es el cuarto país en América Latina en mortalidad materna, al registrarse un promedio de 221 defunciones por cada mil mujeres en edad fértil.
La mayores tasas de mortalidad materna se presentan en la zona de la Mosquitia, en la costa atlántica, y en el occidental departamento de Intibucá, las regiones más pobres del país y con una fuerte población indígena. (FIN/IPS/tm/ag/pr-he/97
