GUYANA: Empleados públicos amenazan cerrar servicios estatales

El Sindicato de Servicios Públicos de Guyana (GPSU) amenaza con cerrar las oficinas estatales si el gobierno no atiende sus demandas salariales.

La decisión del sindicato fue tomada esta semana, poco después que el gobierno aprobara un aumento de 20 por ciento a los 20.000 trabajadores del sector, quienes habían pedido un incremento de 20 por ciento retroactivo a enero del año pasado.

El cierre de las oficinas podría tener lugar en cualquier momento el mes próximo, y los trabajadores amenazan con prolongar la huelga hasta 40 días.

"Nos preparamos para una larga lucha", dijo el presidente del GPSU, Patrick Yarde, y añadió que el sindicato se dedica ahora a contactar "'amigos" locales e internacionales para obtener alimentos y apoyo monetario.

Entre los amigos más poderosos del sindicato figuran el Servicio Internacional Público (PSI) de Francia, que con frecuencia envía representantes a Georgetown. El Congreso Caribeño del Trabajo, con sede en Barbados, también figura en la lista.

Pero por ahora, analistas indican que el gobierno no está alarmado, ya que una convocatoria a un día de paro la semana pasada no recibió de los trabajadores el respaldo esperado por la dirigencia sindical.

No obstante, el gobierno no quiere atraer la atención en este momento, dado su interés por atraer inversiones extranjeras.

Los empleados públicos se encuentran entre los que reciben los menores salarios en Guyana. Muchos trabajadores temporales obtienen una paga tres veces mayor que los oficinistas.

Algunos empleados no cobran más de 40 dólares por un mes de trabajo. El sindicato afirma que la cantidad no es suficiente para comprar un par de zapatos y cubrir los costos del transporte para llegar a la oficina.

Como resultado, el nivel de puestos de trabajo desocupados en los servicios públicos alcanza 45 por ciento, los trabajadores están desmotivados y siempre hay quejas de ineficiencia en las oficinas del gobierno.

Pero, según Yarde, el maltrato a los trabajadores no es nada nuevo y tampoco es único para el actual gobierno, ahora en el quinto año en el poder. El Partido Popular Progresista, de Cheddi Jagan, fue electo en 1992.

La situación fue exactamente igual bajo los gobiernos de Forbes Burnham y Desmond Hoyte, del Congreso Nacional del Pueblo (PNC), afirma Yarde.

Pero las condiciones parecen aún más duras debido a la rápida devaluación de la moneda local en los últimos 10 años.

A fines de la décda de 1980, poco menos de tres dólares de Guyana equivalían a un dólar estadounidense. Actualmente, se mantiene a 140 frente a uno estadounidense, y los salarios reales cayeron 50 por ciento, según la coalición Congreso de Uniones Sindicales (TUC).

El GPSU, no obstante, dio muestras en el pasado de su habilidad para poner en peligro al sistema.

En 1989, una huelga de los trabajadores de la industria de la bauxita llevó a un virtual cierre del sector y el campus universitario, mientras los trabajadores protestaban ante una devaluación de la moneda y los subsiguientes aumentos de precios.

En ese momento, el ejército y la policía fueron llamados a detener los desórdenes públicos, y la represión incluyó la detención de sacerdotes, académicos y líderes sindicales.

"Podría hacerse nuevamente si las condiciones son las correctas", advirtió Albert Alstrom, del Sindicato de Vendedores y Trabajadores del Comercio (CCWU). (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/lb.ip/97

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