Tres militares acusados de ser los autores intelectuales del asesinato de la antropóloga Myrna Mack en 1990 fueron los primeros en solicitar acogerse a la ley de Reconciliación Nacional en vigencia en Guatemala.
Se trata del general Edgar Godoy Gaytán y de los coroneles Juan Valencia Osorio y Juan Oliva Carrera, quienes este lunes presentaron ante un tribunal solicitud para obtener el beneficio de la Ley de Reconciliación, aprobada por el Congreso como resultado del diálogo de paz entre gobierno y gueriilla.
"De ninguna manera nosotros reconocemos ser autores materiales ni intelectuales del asesinato de la antropóloga", dijo a nombre de los oficiales su abogado Mario Morales.
"Sencillamente se nos acusa de un delito que no hemos cometido y si una ley sale y sabemos que nos beneficia, estamos en el derecho de hacer uso de ella, pero jamás aceptar que mis defendidos tengan alguna participación en dicho crimen", afirmó.
Mirna Mack, una antropóloga que realizaba una investigación sobre desplazados por el conflicto armado, fue asesinada a puñaladas al salir de su oficina en el centro de la capital el 11 de septiembre de 1990.
Por el hecho fue sentenciado a 25 años de prisión el ex sargento del Estado Mayor Presidencial (EMP) Noel de Jesús Beteta.
Mynor Melgar, fiscal asignado al caso, dijo que el Ministerio Público sostiene que Godoy, jefe del EMP cuando se cometió el crimen, y los coroneles Oliva y Valencia, jefe y subjefe respectivamente de l son los autores intelectuales del asesinato.
Para Melgar, la estructura del EMP no permite que nadie actúe independientemente, por lo que la investigación realizada concluye que Beteta cometió el asesinato con el conocimiento de sus superiores.
Hellen Mack, hermana es.
Hellen Mack, hermana de la víctima, quien lleva se se haga justicia, reaccionó este martes con indignación y dececpión.
"Esta gente es la que está en contra de la paz" firme y duradera suscrita por gobierno y guerrilla el 29 de diciembre. "Están atentando contra todo el espíritu de los acuerdos y en contra de la reconciliación. Son unos verdaderos cínicos, unos descarados", dijo Mack a IPS.
El caso de su hermana, el del periodista y político Jorge Carpio, asesinado en 1993, y el de la masacre de Xamán, donde fueron asesinados 14 campesinos retornados en 1995, no pueden estar cgistrados los que tienen en sus manos contribuir o no al proceso de reconciliación y a la estabilización del país", señaló.
La Ley de Reconciliación Nacional a la que grupos humanitarios se opusieron por considerarla "una amnistía disfrazada"y que exonera penalmente tanto a guerrilleros como a militares, determina que será una Sala de Apelaciones la que deberá conocer las solicitudes de amnistía.
Mack sostiene que el asesinato de su hermana se produjo fuera del enfrentamiento armado interno por lo que no procede lo solicitado por los acusados. "Myrna no fue militante ni subversiva, ni incurrió en el delito de traición" dijo.
En un comienzo, el "caso Mack" fue calificado de asesinato común por los militares, según los cuales el móvil había sido el hurto.
Pero la campaña llevada a cabo por su hermana Helen condujo a que el asesinato fuera reconocido como político y que un militar fuera encarcelado. Paradójicamente, ello puede determinar que ese oficial sea liberado en función de la ley que deja sin sanción peanl a los delitos políticos.
El procurador de los Derechos Humanos, Jorge García Laguardia, dijo que "no debe permitirse que basándose en la Ley de Reconciliación Nacional se fomente la impunidad en casos tan delicados a nivel nacional e internacional".
La dirigente indígena y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú afirmó a su vez que la ley deja muchas puertas abiertas a la impunidad.
"Lamento que los primeros que hagan uso de esa ley sean precisamente los asesinos de Myrna Mack, un caso que lleva años de investigación y se conocen exactamente las pruebas de responsabilidad de estos asesinos", declaró.
"Una paz sin justicia no es paz", concluyó la Premio Nobel, coincidiendo en ese plano con varios juristas. (FIN/IPS/cz/dg/ip-hd/97