Un comando de la organización separatista vasca ETA mató hoy a balazos en la capital de Espana al teniente coronel del Ejército Jesús Cuesta Abril.
Momentos después, la explosión de un coche-bomba, estacionado cerca del centro comercial Alcampo, en el popular barrio de Moratalaz y próximo al domicilio del militar muerto, hirió gravemente a dos personas.
Una de ellas es el soldado de la Guardia Real Carlos García, quien se dirigía al colegio a buscar a su hija.
Las fuerzas de seguridad establecieron de inmediato el operativo "Jaula", con el objetivo de impedir la huída de Madrid de los autores del atentado, una medida que en casos anteriores no dio resultado.
Horas antes del atentado, un portavoz de la coalición Herri Batasuna (HB), próxima a ETA, auguró "un futuro inmediato de gran sufrimiento", si el gobierno no cumplía con el pedido de traslado a centros de detención en el País Vasco, de los presos de la organización, actualmente distribuidos por toda España.
Los disparos contra el teniente coronel fueron realizados por un hombre y una mujer que actuaron a cara descubierta, cuando este descendía de un automóvil camuflado del Ejército, en las puertas de su domicilio.
El militar recibió tres tiros, uno en la cabeza, y fue rematado al caer al suelo. Su escolta resultó ilesa y no repelió la agresión.
Los autores del atentado serían miembros del buscado comando Madrid de ETA, dijeron fuentes policiales.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, alertó insistentemente, desde los primeros días de este año, acerca de la posibilidad de que ETA cometiera algún atentado en Madrid.
Mayor Oreja dijo que los independentistas, golpeados por la actuación policial en el País Vasco, podrían atentar en Madrid para levantar la moral de sus simpatizantes.
Respondiendo a esas previsiones, ETA colocó varias rampas lanzagranadas con artefactos explosivos en los aledaños del aeropuerto de Barajas, en Madrid. Pero los artefactos estallaron sin causar víctimas ni daños materiales importantes. (FIN/IPS/af/ag/ip/97