El "perdón recíproco" propuesto por el presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, a Perú en su visita a ese país la semana pasada desató un debate nacional que incluso enfrentó al mandatario con la vicepresidenta Rosalía Arteaga.
Los términos empleados por Bucaram también fueron cuestionados por el ex presidente Rodrigo Borja (1988-1992) y por el derechista Partido Social Cristiano, que promueve un juicio político contra el jefe de gobierno por "traición a la patria".
Al abordar el diferendo limítrofe que provocó tres guerras entre Ecuador y Perú en este siglo, Bucaram hizo un llamado al "perdón recíproco", pues lo consideró la "única salida pacífica a un conflicto histórico que se ha heredado generación tras generación".
La presencia de Bucaram durante tres días en Perú, primera visita oficial de un jefe de Estado de Ecuador a ese país, es considerada un acercamiento histórico entre las dos naciones andinas. Algunos de sus antecesores viajaron a Perú, pero solo para asistir a reuniones internacionales.
"Pido perdón, en nombre de mi pueblo, porque a nuestros niños les hemos enseñado a odiar a un país hermano desde que están en el colegio", manifestó Bucaram durante su visita.
La vicepresidenta Arteaga consideró "que el presidente pudo haber utilizado otros términos más apropiados en lugar de 'perdón' para referirse al problema limítrofe", y propuso en ese sentido el término "conciliación".
"Las palabras de la vicepresidenta sólo demuestran un nivel de ambición que yo no conocía en ella", replicó Bucaram, para quien el término "perdón" fue utilizado en un sentido cristiano "y no en el que quisieron interpretar" sus opositores.
"Conciliación significa armonizar conceptos y diferencias", respondió Arteaga este martes al efectuar un llamado a la moratoria política sobre el conflicto fronterizo. "El pueblo reclama serenidad y mesura, principalmente de sus gobernantes", agregó.
El último enfrentamiento militar entre Ecuador y Perú se produjo en el primer trimestre de 1995 en la región amazónica del río Cenepa, y concluyó tras la firma del Acuerdo de Paz de Itamaraty, promovido en el plano diplomático por Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos.
Estos cuatro países son garantes del acuerdo limítrofe de 1942, que se suscribió después de otra guerra de la que Perú resultó vencedor.
Ese tratado establece los actuales límites fronterizos, impugnados por Ecuador debido a su antigua aspiración de acceder con plena soberanía al río Amazonas.
"Ecuador no tiene por qué pedir perdón", dijo, por su parte, el ex presidente Borja, quien consideró que su país ha actuado en el marco de sus derechos y en defensa de su soberanía.
Según Borja, la "desafortunada intervención" de Bucaram en Perú podría traer consecuencias políticas y diplomáticas en el proceso definitivo de negociaciones que se iniciará el 17 de febrero en Brasilia.
Bajo los mismos principios expuestos por Borja, los diputados del derechista Partido Social Cristiano plantearon un juicio político contra Bucaram, por "traición a la patria".
Además, el canciller de Ecuador, Galo Leoro, tendrá que asistir a la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso unicameral para explicar los pormenores de la visita a Perú y la posición de su cartera al respecto.
Las declaraciones del presidente de Ecuador "se realizaron en apego a las principios evangélicos", dijo, en tanto, Mario Ruiz, representante del clero católico ecuatoriano.
"Todo conflicto entre estas dos naciones hermanas debe darse dentro del concepto de perdón, pues de no ser así persistirían los rencores y desacuerdos, por lo que manifestamos nuestro apoyo al presidente ", agregó Ruiz. (FIN/IPS/mg/mj/ip/97
