"Bobos", "payasos", "patanes", "tontos e insensibles que desprecian a los pobres", fueron los insultos iniciales. Luego, subieron de tono: "vagos contumaces", "rateros", "miserables". Ultimamente fue "mafias", "sinvergüenzas", "pendejos", "miserables".
Estos no son insultos de una pelea callejera sino los que el presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, dirigió contra sus opositores.
El nuevo pasatiempo de los ecuatorianos, en medio de una profunda depresión sicológica, es contar los insultos que cada día dirige el primer mandatario, y algunos de sus ministros, a quienes se les oponen.
Al enterarse de que 42 de los 82 diputados del Congreso unicameral formaron un frente de oposición al gobierno, Bucaram anunció este martes que enviará a los 42 "como carne de cañón" a la frontera en el caso de que hubiera un nuevo conflicto armado con Perú.
Dijo también que no tendrá ningún problema en firmar un decreto ejecutivo en ese sentido, "para ver su hombría y su amor a la patria, allá frente a frente, cuerpo a cuerpo", de esos "cobardes".
Blanco preferido de los epítetos es la prensa. Según Alfredo Adum, ministro de Energía y uno de los más polémicos personajes del gobierno, los periodistas "llevan una vida sabrosa por escribir pendejadas".
En una carta que publicó este miércoles el diario Hoy, y en declaraciones hechas en su despacho, Adum dijo que la vida del periodista "solamente implica tomar café, conversar por teléfono, joder a los demás, de vez en cuando ganarse alguno que otro aletazo y por último hablar y escribir pendejadas".
"Aletazo" se dice en ciertos círculos a las coimas que se pagarían a algunos periodistas.
Las declaraciones de Adum recibieron unánime rechazo de los medios de prensa y de las asociaciones gremiales de los periodistas, quienes preparan para este jueves una marcha de rechazo a las actitudes violentas de los funcionarios del gobierno.
La Unión Nacional de Periodistas, la Federación Nacional de Periodistas, el Colegio de Periodistas de Pichincha (la provincia donde se halla la capital) y la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión realizarán una marcha desde el Congreso hasta el Palacio de Gobierno, donde intentarán entregar a Bucaram un comunicado público.
Los problemas con los medios de comunicación han sido tan numerosos que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su preocupación por el deterioro del ambiente de libertad de información en este país andino.
El diario Hoy, uno de los más fuertes críticos del régimen, ha sido objeto de ataques tanto del Bucaram como de Adum, quien declaró su intención de comprar acciones del rotativo hasta controlarlo.
Mientras tanto, el presidente de la Junta Monetaria (directorio del Banco Central), Alvaro Noboa, criticó al diario El Universo, de Guayaquil, el de mayor circulación nacional, porque supuestamente publica noticias falsas sobre la economía.
El propio Bucaram calificó a los editorialistas que se le oponen, que son la mayoría de los que escriben en los periódicos, como "cuatro majaderos que se creen dueños de la verdad", "testaferros intelectuales", "editorialistas minúsculos que escriben barbaridades y sin pena".
También loss llamó "periodistas pequeños que escriben en diarios de escasa circulación y quieren crecer a mi costa".
Junto con la prensa es la oposición política el blanco preferido de los encendidos ataques de Bucaram.
Al ex presidente Rodrigo Borja el actual mandatario lo llamó varias veces "burro", "lechuza peinada" y dijo que tiene "nariz de tiza de sastre".
Del ex presidente Durán Ballén ha dicho que es "mentiroso" y al Frente Radical Alfarista, partido que fue hasta hace fines de diciembre su aliado en el Congreso, Bucaram lo calificó el último fin de semana como el "Frente de Rateros Asociados".
El partido Social Cristiano, al que pertenecen Febres Cordero y el ex candidato Jaime Nebot, derrotado por Bucaram en la segunda vuelta electoral en julio de 1996, ha sido otro blanco de epítetos.
"La seis", número de las listas electorales de este partido, "es el número de Satanás, de Nebot, ese mediocre que perdió las elecciones conmigo", dijo Bucaram la semana pasada.
Según el presidente, los socialcristianos son "maricas acostumbrados a comer filet mignon y camarones al ajillo", platos de lujo que él contrasta con la "guatita", panza de res con salsa de maní, que suele comer en restaurantes populares.
A los dirigentes indígenas los llamó "asalariados de la oligarquía de los movimientos sindicales" y al diputado Luis Macas, quichua de la Sierra y por largos años dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), lo tildó de "ladrón", "mal representante de los indígenas" y "mentiroso".
Para el presidente, los líderes sindicales son "mafiosos" y "sinvergüenzas", que "utilizan el sindicalismo para robar, para saquear" y anunció que los va a "liquidar y triturar".
Tanto contra los sindicalistas como contra opositores políticos y periodistas han circulado pasquines con dibujos de contenido sexual.
Respondiendo a los ataques, Borja declaró que hasta un muchacho de nueve años tendría más imaginación para encontrar insultos y Nebot dijo que replicará al presidente en el lenguaje que éste escoja.
Los editorialistas expresaron a su vez en los últimos días su preocupación por lo que puede acontecer a la propia democracia ecuatoriana.
Otros, sin embargo, aseguran que las instituciones democráticas sobrevivirán a esta singular experiencia política. (FIN/IPS/goc/dg/ip/97)