El Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), organismo dependiente del Ministerio de Economía de Chile, tramita actualmente varios casos de discriminación en el consumo, de acuerdo a la edición de diciembre de la revista Consumo y Calidad de Vida del SERNAC.
Los hechos se produjeron en un café-concierto llamado Mississippi, situado en Las Condes -un municipio de la capital chilena habitado por sectores de altos ingresos-, donde se ha negado la entrada a una gran cantidad de personas por su condición social y hasta por su color de piel, dice la publicación.
Los casos denunciados al SERNAC se caracterizan porque las personas han sido rechazadas por el portero del establecimiento con la excusa de que el lugar está completo o porque sólo se admiten socios aunque, simultáneamente, ha permitido ingresar a otras personas al local.
Pero el Mississippi no es el único establecimiento que discrimina en Santiago.
Grandes multitiendas, cafés y saunas discriminan arbitrariamente a las personas por su aspecto físico, nivel socioeconómico e incluso por la comuna %n que habitan, agrega la misma fuente.
La discriminación en el consumo se extiende también a otras situaciones, como la negativa de algunos colegios privados, por motivos supuestamente religiosos, a admitir como alumnos a niños nacidos "fuera del matrimonio".
En ocasiones, la discriminación ha afectado a muchas personas por el solo hecho de vivir en determinadas comunas (municipios).
En septiembre, un concejal de La Pintana -municipio donde habitan sectores de bajos ingresos- denunció que algunas grandes cadenas de multitiendas negaban el crédito y hasta el pago con cheques a los habitantes de las comunas pobres de la capital
La discriminación contra las personas de escasos recursos no es nueva, dice la revista del SERNAC, que agrega que a éstas se les ha ido alejando del centro y del oriente de la ciudad, creando comunas para su residencia.
Los últimos casos que tramita el SERNAC son los originados en el Mississippi y que serán llevados a la justicia debido a que la empresa sólo ha dado respuestas insuficientes, mientras la discriminación continúa ejerciéndose en la puerta del local, concluye la publicación. (FIN/Consumers International-IPS/96)