Cuba aumentó casi 30 veces su comercio con los países del Caribe a partir de 1991, pese a que sus exportaciones no son suficientemente competitivas y eficientes, aseguró el semanario Granma Internacional.
El órgano oficial del gobernante Partido Comunista afirmó que los vínculos comerciales de Cuba con el Caribe se encuentran en su mejor momento.
"En 1994, el monto del intercambio superó los 200 millones de dólares", y en 1995 se acercó a los 300 millones, lo que supone un crecimiento en el orden de 50 por ciento", informó Granma Internacional.
Cifras oficiales apuntan que entre enero y septiembre de 1996, el intercambio de Cuba con el área del Carice creció ocho por ciento en relación con igual período de 1995, y es aún deficitario para este país.
"Cuba no logra dar el salto necesario en la eficiencia y competitivad que necesitan sus exportaciones", señaló Granma, "y requiere de mejores condiciones de intercambio recíproco".
La subregión del Caribe tiene 30 millones de habitantes, se extiende unos 726.000 kilómetros y está unida por cerca de siete millones de kilómetros cuadrados de mar común.
Según el semanario, esa zona debe integrarse por encima de sus diferencias, para sacudir "el lastre a sus mayoritarias economías subdesarrolladas, dependientes y con desfavorables balanzas comerciales".
Los expertos indican que en ese proceso deben tener protagonismo la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la Comunidad del Caribe (Caricom), esta última integrada por 13 países de habla inglesa y Suriname.
Los 25 estados soberanos que componen la AEC tienen 202 millones de habitantes y un producto interno bruto conjunto de 508.398 millones de dólares. También presenta en calidad de asociados a 12 territorios dependientes y como socios especiales a Francia, Holanda y Gran Bretaña.
En 1995, las naciones de la AEC importaron bienes por 101.782 millones de dólares y sus exportaciones alcanzaron los 80.883 millones.
Opciones, el semanario financiero y comercial de Cuba, destacó que las naciones del Caribe adquieren fuera del área 75 por ciento de las materias primas y productos que consumen y apenas concretan siete por ciento de sus compras en la propia región.
Según Opciones, las rutas principales del Caribe se unen con Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Holanda, lo que convierte al transporte en uno de los frenos principales al desarrollo del comercio intrarregional.
Analistas cubanos creen que la dependencia de las antiguas metrópolis, la diversidad cultural y la coincidencia de los productos exportados constituyen los frenos a la integración.
Pero el ministro de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, considera que las organizaciones de integración regional fomentarán mejores condiciones para el desarrollo de los vínculos entre los países caribeños y una mayor protección de sus intereses en el contexto mundial.
"Entre los países con los que mantenemos mayores relaciones están Antillas Holandesas, Trinidad y Tobago y República Dominicana", dijo Raquel González, investigadora del Instituto de Investigaciones de la Economía Mundial (INIE).
Aunque se proyectan acuerdos en varios sectores de la economía, Granma Internacional comentó que todavía en el país son escasas las empresas conjuntas con naciones del Caribe.
"Hoy contamos con cerca de 40 representaciones de compañías caribeñas en el país, sobre todo en sectores manufactureros y de materias primas", afirmó el semanario.
George Carriazo, subdirector del INIE, opina que Cuba es un país en tránsito hacia una economía con elementos de mercado y fuerte participación estatal que "la convierte en una atractiva plaza para invertir y comerciar".
A juicio de Granma, "el empuje actual hacia una mayor cohesión entre las naciones caribeñas será la respuesta al cambio económico internacional". (FIN/IPS/rn/ff/if/97