El secuestro se convirtió en 1996 en Colombia en "un negocio ascendente", con un promedio diario de cerca de cuatro víctimas, según un informe divulgado hoy por la fundación País Libre.
Esta práctica ilegal representa para sus ejecutores ingresos superiores a 350 millones de dólares al año y en 1996 fueron denunciados 1.435 casos de secuestros, 35 por ciento más que en el año anterior, según el estudio.
De estos casos, 201 correspondieron a menores de edad y representaron un incremento de 75 por ciento en relación con 1995, cuando se presentaron 115 denuncias.
País Libre, una organización no gubernamental (ONG) que presta asistencia a los secuestrados y sus familiares, indicó que fueron denunciados los secuestros de 139 hacendados, 200 comerciantes y 52 ingenieros.
De acuerdo con los cálculos de la ONG, durante el año pasado en sólo 204 casos los secuestradores exigieron a los familiares de las víctimas 100 millones de dólares, lo que representó en promedio una exigencia de 500.000 dólares por persona.
El informe llamó la atención en especial sobre el aumento de secuestros en los departamentos productores de Café (Caldas, Risaralda y Quindío), en la región andina, donde se incrementaron en 112 por ciento.
El hecho fue atribuido por el gobernador de Caldas, Augusto Arango, a "la aguda crísis en que se encuentra la actividad de la caficultura en la región".
El deterioro que venía afrontando la caficultura en los últimos años por la ruptura del pacto de cuotas se acentuó el año pasado por la reducción en las cosechas, el endeudamiento y la baja en la tasa de cambio que afectó las exportaciones.
El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Jorge Visbal, dijo que a causa de los secuestros muchas hacendados han tenido que ser abandonar sus haciendas y manejarlas por medio de radioteléfonos.
En 1996, los ganaderos pagaron al menos 125 millones de dólares por concepto de rescates a la guerrilla y a grupos de la delincuencia común, afirmó Visbal, quien denunció que "en una sola acción se llevaron a tres ganaderos el año pasado y se piensa que 1997 será igualmente complicado".
En lo que va de este año ya han sido secuestrados 10 hacendados en la región norte de la costa colombiana, señaló el dirigente ganadero.
El informe de País Libre indica asimismo que 37 por ciento de los casos denunciados tuvo como responsables a organizaciones guerrilleras, 38 por ciento a la delinciencia común y 1,1 por ciento a grupos paramilitares de derecha.
Emilio Meluk, asesor del programa presidencial para la defensa de la libertad personal, dijo que para la guerrilla esta práctica forma parte del método para llevar a cabo la guerra contra el régimen, lo que le ha dado "resultados muy eficaces".
Los grupos guerrileros iniciaron esta práctica hace dos décadas con los "secuestros-espectáculo", con personalidades, miembros del gobierno o expertos de empresas petroleras para obtener beneficios políticos, pero evolucionó hasta convertirla en su principal fuente de ingresos.
El auge del secuestro, que según el presidente de País Libre, Francisco Santos, "se ha vuelto una práctica cotidiana", llevó a esta ONG a realizar en diciembre una campaña con el apoyo de 10 gremios empresariales con marchas de protesta en las principales ciudades de Colombia.
Santos, quien fue secuestrado y liberado en 1990 por un grupo guerrillero, dijo que el auge de esta actividad es tal que hay gente que secuestra por el valor de "un mercado", canasta básica de alimentos que equivale a dos salarios mínimos (340 dólares). (FIN/IPS/yf/ag/ip-hd/97
