El comandante del Ejército de Colombia, Manuel Bonett, anunció hoy que se intensificarán las operaciones militares para rescatar a 60 soldados retenidos por la mayor organización guerrillera del país sudamericano.
Bonett afirmó que la prioridad del comandante de la Cuarta Brigada del Ejército, general Agustín Ardila, será lograr el rescate de los soldados, sin poner en peligro sus vidas.
Ardila asumió este lunes el mando de la división que tiene el control del orden público en el sur del país, donde opera el comando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que mantiene retenidos a los 60 soldados tomados prisioneros el 30 de agosto, tras un ataque a un puesto militar.
Los operativos de rescate se intensificarán tras los fallidos intentos del gobierno de buscar una salida negociada con las FARC para la entrega de los militares.
El presidente Ernesto Samper reconoció este lunes que "el proceso está estancado (…) y el gobierno ha hecho lo que ha podido" para lograr la liberación, dentro de las facultades que le concede la Constitución.
El principal obstáculo para la entrega de los soldados ha sido la desmilitarización de la cabecera municipal de Remolinos del Caguan, pedida por las FARC.
El gobierno desmilitarizó durante 11 días en diciembre una extensión de 14.000 kilómetros cuadrados del sureño departamento de Caquetá para facilitar la entrega de los soldados, pero no accedió a retirar las tropas de Remolinos del Cagúan donde se encuentra una base militar.
El retiro total de las tropas, como ha pedido las FARC, implicaría un grave problema político, pues significaría ceder a la organización guerrillera la soberanía de esa parte del territorio colombiano, señalaron analistas.
Pero otros consideran, sin embargo, que la liberación de los soldados debe tomarse como un gesto humanitario por encima del concepto de defensa de la soberanía.
Tanto el gobierno como el Ejército han descartado la posibilidad de que se produzca un rescate a "sangre y fuego" de los soldados.
Entre tanto, la demora en la liberación ha ocasionado enfrentamientos entre las madres de los militares retenidos, que realizan una movilización por todo el país y ante organismos internacionales.
Las madres que desde diciembre ocupan la sede de la Defensoría del Pueblo para presionar por la liberación, fue acusado por otro sector de estar guiadas por "intereses políticos y económicos" distintos al objetivo de lograr el regreso de sus hijos.
Las madres que se oponen a la ocupación realizaron este lunes una marcha con pancartas hasta la Plaza de Bolivar, frente a la casa presidencial, en la que pidieron al gobierno acciones concretas para la liberación de sus hijos. (FIN/IPS/yf/ag/ip- hd/97
