CHILE: Justicia ordena revisar importación de carne argentina

La Corte Suprema de Chile estableció un plazo de 30 días para que se cumplan las normas de importación respecto de la carne procedente de Argentina, por lo que, de no cumplirse con lo estipulado, podrían suspenderse esas compras.

Una sala de dicha Corte, la de mayor jerarquía en la justicia chilena, acogió en la noche del lunes, por unanimidad, los recursos presentados en tal sentido por la empresarial Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).

A juicio de los ganaderos chilenos la carne importada (más de 50.000 toneladas anuales, 80 por ciento de procedencia argentina), no cumple con las normas de calidad exigidas por la ley de tipificación del producto y por eso es vendida en los mercados locales a un precio menor que la nacional.

Chile está desde octubre de 1996 asociado con el Mercado Común del Sur (Mercosur), bloque que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en un acuerdo de libre comercio.

El fallo de la Corte Suprema ratificó otro emitido en septiembre de 1996 por la Corte de Apelaciones ante recursos de protección y amparo económico presentados por la SNA.

La decisión de la justicia señala que en un plazo de 30 días, a contar desde el lunes 27, el estatal Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) debe corregir las deficiencias para clasificar la carne según los criterios empleados en el país.

La certificación y calificación del producto será realizada en los mataderos de origen por certificadores oficiales inscritos en los registros del SAG, en forma similar a lo que ocurre con las exportaciones chilenas de frutas a Estados Unidos.

El fallo, a juicio del presidente de la SNA, Ernesto Correa, es de gran trascendencia porque le abre a los ganaderos una posibilidad de resolver otros conflictos ante los tribunales de justicia.

Según Correa, la decisión de la Suprema demuestra que el gobierno no estaba cumpliendo con la ley de la carne, lo que perjudicaba a la ganadería nacional.

Los ganaderos chilenos se quejan de que la competencia de la carne importada, que no cumple con las leyes locales, hizo bajar 21 por ciento el precio del ganado en 1996, lo que significó pérdidas en sus ingresos por más de 100 millones de dólares.

La baja del costo de la carne, mientras tanto, no es gozada por los consumidores finales, pues mayoristas y supermercados no disminuyen los precios, denunciaron los ganaderos chilenos. (FIN/IPS/gcm/mj/if/97

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