La Unión Europea (UE) redujo a la mitad las importaciones de arroz provenientes bajo un régimen especial de sus territorios dependientes en el Caribe, a fin de proteger a sus propios productores de una supuesta competencia desleal.
El arroz caribeño, procesado en territorios dependientes de potencias europeas, entraba al mercado de la UE libre de gravámenes y de cupos de importación en virtud de un tratamiento especial, por lo tanto la medida perjudicará a los principales productores del Caribe.
En particular afectará a las exportaciones provenientes de diversos territorios dependientes que han aprovechado de su condición política para convertirse en actores de primera línea en el comercio arrocero internacional.
En virtud de ese tratamiento especial, varios de esos territorios disfrutan de libre acceso en el mercado europeo para productos que han pasado previamente por un proceso de transformación.
El tratamiento va destinado a promover el desarrollo de los territorios dependientes. Varios de ellos, y en especial las Antillas Holandesas, las Islas Turcas y Caicos, y la isla de Montserrat, se lanzaron al comercio de arroz.
Las islas establecieron molinos arroceros e importaron el producto básico de Guyana y Suriname para procesarlo y exportarlo a la UE libre de restricciones.
Las ventajas de este comercio hicieron que Guyana y Suriname – que disponen de cupos para enviar directamente a la UE arroz sin procesar- ignoraran esos cupos, que llevan un gravamen de 50 por ciento.
Las exportaciones de los territorios dependientes crecieron de manera notable en los últimos años, convirtiendo a las Antillas Holandesas en el tercer exportador de arroz del mundo, después de Estados Unidos y Tailandia, pese a que esa dependencia holandesa no produce ni un grano de esa especie.
El año pasado, la región embarcó 300.000 toneladas de arroz hacia la UE a través de los territorios dependientes, unas cinco veces más que cinco años atrás. Este aumento significó demasiado para Italia y otros países del sur de Europa, que también son productores.
Por esa razón, la Comisión Europea decidió esta semana imponer medidas de salvaguardia a las importaciones de arroz caribeño procesado en los territorios dependientes.
El tope de 42.000 toneladas por trimestre, colocado al volumen de las importaciones, significará que este año las exportaciones de la región caribeña serán aproximadamente la mitad de las realizadas el año pasado.
Además de los perjuicios que sufrirá la economía de los propios territorios dependientes, igualmente dañados serán los productores que cultivan el arroz en la región caribeña.
Tanto Guyana (que cubre 70 por ciento de las exportaciones a la UE) como Suriname (que produce el resto), tendrán que encontrar mercados alternativos.
"Hemos comenzado a mirar hacia otras regiones y hemos identificado mercados en Africa y América del Sur", informó Fazal Alí, secretario general de la Asociación de Productores de Arroz de Guyana.
El significativo aumento de la producción de arroz en Guyana durante los últimos cinco años se debió al atractivo del libre acceso a la UE del arroz procesado en los territorios dependientes.
La producción guyanesa se elevó de 90.000 toneladas en 1991 a 340.000 toneladas el año pasado, de las cuales 280.000 fueron enviadas a los molinos de los territorios dependientes.
La imposición de medidas de salvaguardia contra el arroz del Caribe en la UE, podría ser extendida a otros productos.
Bajo el mismo régimen se procesan en las Antillas Holandesas crecientes cantidades de azúcar, principalmente de República Dominicana, que luego son exportadas al mercado europeo. El año pasado los embarques alcanzaron a 50.000 toneladas. (FIN/IPS/tra-en/cj/cb/arl/if/97
