Estados Unidos formalizó un pedido de consultas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para cuestionar el régimen automotor de Brasil, que ofrece ventajas a las montadoras instaladas en el país.
El director del Departamento Económico de la Cancilería de Brasil, José Alfredo Graza Lima, explicó que su país tiene ahora diez días para acoger el pedido y un mes para contestar a los cuestionamientos.
El proceso de consultas puede prolongarse por dos meses. Si antes del 10 de marzo no se logra un entendimiento entre los dos países, Estados Unidos podrá solicitar un panel, es decir un comité de arbitraje para dirimir el conflicto.
El régimen automotor brasileño, válido hasta el año 2000, cuando las reglas sectoriales deberán ser comunes para todo el Mercado Común del Sur (Mercosur), se puso en marcha en junio del año pasado, estableciendo un arancel excepcional de 70 por ciento e incentivos fiscales para atraer inversiones.
El principal problema, que provocó reacciones de Japón, Corea del Sur y Europa, además de Estados Unidos, es el tratamiento discriminatorio.
Las montadoras instaladas en Brasil que presenten un programa de inversiones y exportaciones pueden importar vehículos con un arancel reducido a la mitad.
Japón fue el primer país en manifestar su insatisfacción por esa disposición.
Brasil ofreció entonces cuotas arancelarias que permiten la importación de 50.000 automóviles al año, también con descuento de 50 por ciento en el impuesto de importación, con lo que logró asi neutralizar algunas quejas.
Pero Washington mantuvo su cuestionamiento, aunque las montadoras de Estados Unidos apoyaron las medidas brasileñas.
La preocupación del gobierno de Bill Clinton es evitar que Brasil sirva de ejemplo a otros países, ya que varias naciones en desarrollo están interesadas en desarrollar una industria automovilística.
Washington realizó un proceso interno de investigación. Es "positivo" que ese proceso no haya llevado a sanciones, lo cual hubiera constituido una salida unilateral, señaló Graza Lima. En la OMC se podrá desarrollar un "diálogo constructivo", sostuvo.
La discusión podría extenderse a otra medida controvertida adoptada por el gobierno brasileño en diciembre, la concesión de nuevos subsidios a la laa industria automotora para atraer montadoras al noreste, norte y centro-oeste, las regiones menos desarrolladas del país.
Graza Lima dijo que Brasil notificará al Comité de Subsidios y Medidas Compensatorias de la OMC "en los próximos días" y no esperará que concluya el plazo de que dispone, que vence el 30 de junio.
Los nuevos estímulos aa la producción de automóviles provocaron también una fuerte reacción de Argentina, principal socio de Brasil en el Mercosur.
Buenos Aires quiere compensaciones, ante la firme decisión de su vecino de mantener los incentivos a las regiones pobres.
La Cancillería brasileña asegura que las medidas que adoptó son totalmente compatibles con las normas de la OMC. (FIN/IPS/pp-mo/dg/if/97
