BIRMANIA-EE.UU.: Retiro de Pepsi concentra atención en petroleras

El anuncio de la estadounidense PepsiCo sobre la finalización de todo vínculo comercial con Birmania fue festejado por activistas de los derechos humanos, que ahora concentrarán su campaña en las compañías petroleras estadounidenses.

"Este es un gran éxito para el movimiento 'Birmania Libre', ya que aisla más a las pocas empresas estadounidenses que permanecen en Birmania", declaró Simon Billeness, analista de la Corporación Franklin de Investigación y Desarrollo, con sede en Boston.

Además, la medida de la compañía de bebidas refrescantes "crea un terreno propicio para la aplicación de la prohibición de nuevas inversiones en ese país por la administración Clinton", agregó Billeness.

El anuncio de PepsiCo fue realizado mediante una carta de un vicepresidente de la compañía, Edward Lahey, dirigida a Padres y Hermanos Maryknoll, una orden católica establecida en Nueva York. La misiva fue enviada el viernes y publicada esta semana.

"En base a nuestra evaluación del espíritu de la actual política exterior del gobierno de Estados Unidos, decidimos desvincularnos totalmente del mercado de Birmania", dice la carta de Lahey.

Agrega que toda relación con la concesionaria de PepsiCo en Birmania, Thein Tun, se cortó el 15 de enero, y que la embotelladora "está tomado las medidas necesarias para asegurar el cese de toda producción y distribución de nuestros productos para el 31 de mayo de 1997".

PepsiCo es la última de varias empresas estadounidenses que se retiraron de Birmania el año pasado, a raíz de la fuerte campaña de desinversión, de base estudiantil.

Sólo en los últimos seis meses, se retiraron de Birmania London Fog, Motorola, Apple Computer, Hewlett-Packard, Walt Disney, J. Crew y Wente Vineyards, incorporándose a otras compañías como Levi Strauss, Eddie Bauer y Liz Claiborne.

La campaña, que opera en cooperación con la exiliada Coalición Nacional de Gobierno de la Unión de Birmania y apoya a la líder opositora Aung San Suu Kyi, tiene por finalidad aislar al régimen militar de Rangún, encabezado por el Consejo Estatal para la Ley y la Restauración del Orden.

Los líderes de la campaña desean que el Consejo transfiera el poder a la Liga Nacional por la Democracia (LND) de Suu Kyi, que triunfó por enorme mayoría de votos en las elecciones de 1990, desconocidas por la junta militar.

Suu Kyi, quien tras las elecciones estuvo cinco años bajo arresto domiciliario, apoya la campaña de desinversión. En un artículo de tapa publicado este mes en la popular revista estadounidense Parade, la premio Nobel de la Paz exhortó a los lectores a "no respaldar empresas que apoyan la injusticia en Birmania".

Los activistas de la campaña de desinversión, basada en el modelo de los esfuerzos contra el apartheid en Sudáfrica a mediados de los años 80, esperan ahora que el gobierno del presidente Bill Clinton adopte la próxima medida.

El pasado julio, el Congreso aprobó una nueva ley que prohíbe toda nueva inversión estadounidense en Birmania si Clinton determina que el gobierno militar ha perjudicado a Suu Kyi o realizado una "represión en gran escala" de su oposición democrática.

Pese a las restricciones a la libertad de movimiento de Suu Kyi y a las periódicas detenciones de activistas de la Liga Nacional por la Democracia, Clinton aún no ha invocado la sanción.

Sin embargo, el Departamento de Estado concluyó el mes pasado que ya están reunidas las condiciones para una prohibición de las inversiones, aunque la decisión final deberá tomarla la Casa Blanca.

Algunas agencias gubernamentales, especialmente la oficina del Representante Comercial y el Departamento de Comercio, aún se oponen a las sanciones, argumentando que es improbable que den resultado en ausencia de una acción multilateral y que sentarían un precedente perjudicial.

La medida también aislaría a algunos "pesos pesados" de la comunidad comercial, entre ellos Unocal, Texaco, Atlantic- Richfield y Caterpillar Co., que continúan sus actividades en Birmania.

"Es probable que el gobierno continúe estudiando este tema. Clinton sólo reaccionará en respuesta a nuevas presiones del Congreso o a una nueva ola de represión en Birmania", opinó un activista. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ml/hd-if/97

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