Empresarios y sindicalistas de Argentina se manifestaron hoy en favor de un plebiscito sobre la flexibilización laboral, convencidos unos y otros de que ganarán la pulseada que los mantiene enfrentados.
El presidente del Consejo Empresario Argentino, Enrique Ruete Aguirre, reveló este jueves que su entidad presentó al presidente Carlos Menem una serie de encuestas que demuestran un alto nivel de opiniones favorables a la flexibilización.
Según Ruete, una amplia mayoría se inclina por la libre elección de seguros de salud -que actualmente dependen de cada gremio-, por la posibilidad de negociar salarios con mayor flexibilidad y por la eliminación de acuerdos vigentes en algunos gremios.
Pero el secretario general de la Confederación General del Trabajo, Rodolfo Daer, aceptó de inmediato el desafío, en la seguridad de que la población rechazará las iniciativas de flexibilizar las normas de contratación laboral.
"Ojalá se haga un plebiscito, para que se vea como se expresa en las urnas el repudio de la totalidad del pueblo a la flexibilización, que implica de hecho una rebaja del salario", subrayó Daer.
El debate gira en torno a la persistencia de una alta tasa de desocupación, que alcanzó 17,4 por ciento en 1996. Los gremios creen que el desempleo es producto del modelo económico, ya que al comenzar el programa la desocupación era de seis por ciento.
El gremialista recordó que los empresarios que integran el Consejo "son los que se beneficiaron con la transformación económica argentina, hecha en desmedro de la mayoría del pueblo, que está en una situación angustiante".
Con el debate en torno a la posibilidad de un plebiscito, empresarios y sindicalistas tuvieron el segundo enfrentamiento previo a la reunión que celebrarán en algunas semanas, para buscar acuerdos en torno a la reforma laboral.
El primero fue esta misma semana, cuando los empresarios advirtieron que rechazarán la propuesta de los sindicatos de discutir el modelo económico como causa de la desocupación, y anticiparon que sólo se ajustarán a un intercambio sobre la iniciativa de reforma laboral.
Los gremios son pesimistas respecto de las perspectivas del diálogo. De todos modos, antes del encuentro con los empresarios, la central sindical se reunirá primero el miércoles próximo con el gobierno, para plantear sus demandas.
Los sindicalistas reclaman modificaciones a la política fiscal, tributaria y arancelaria, y pretenden que la reforma laboral sólo sea aprobada por el Congreso, y no regulada mediante decretos presidenciales, como se intentó en diciembre.
El presidente firmó tres decretos de flexibilización laboral, pero la justicia los rechazó este mes por inconstitucionales. Los empresarios respaldaron los decretos y prometieron al gobierno asistencia legal para apelar la medida judicial. (FIN/IPS/mv/dg/ip- lb/97)
