En la última década, América Latina sacrificó la justicia social en el altar de la estabilidad económica, en una estrategia que trajo una acumulación de problemas que amenazan ahora con quebrar la estabilidad en la región, alertó la Iglesia Católica.
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), el arzobispo hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, aseguró que "los problemas macrosociales acumulados son una bomba de tiempo que amenaza la estabilidad social", y en consecuencia la política.
Las sociedades latinoamericanas se encuentran en un estado de "postración económica", pese a los saludables índices macroeconómicos de varios países, como resultado de un modelo económico errado, dijo Rodríguez Maradiaga en la capital de Venezuela.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica regional consideró inexplicable "que la humanidad entera se haya casado con el modelo neoliberal", porque éste "ha demostrado su ineficacia para reducir la pobreza, cuyo repunte es de proporciones alarmantes"
El arzobispo argumentó que cuando comenzaron a aplicarse los ajustes en la región se dijo que tras el saneamiento de los índices macroeconómicos, se desbordaría el progreso, "llegando finalmente a los pobres".
"Pero esto no se ha visto, pese a que en algunos países se han llegado a aplicar hasta tres programas de estabilización", dijo Rodríguez Maradiaga, quien puntualizó que el modelo sí es eficiente para lograr el necesario saneamiento macroeconómico.
Para el Celam, el gran problema es que la única preocupación en muchos países es la estabilidad económica, sin tomar en consideración lo social y provocando una nueva inequidad, donde las capas marginadas del progreso son cada vez mayores.
Rodríguez Maradiaga analizó también la tendencia a la mundialización de la economía, que incluye como emblemas la privatización, la reducción del Estado y la liberalización de los intercambios.
"?Qué pasa con los que no tienen la capacidad de entrar en un mundo globalizado?, se preguntó el arzobispo, antes de sumar otra interrogante: ?Están destiados a ser marginados o ignorados o excluidos, precisamente de una economía que se dice global?.
El presidente de Celam consideró que la respuesta está en que los latinoamericanos recuperen su capacidad de inventar, de crear su propio modelo, que tome lo bueno del ahora dominante, pero tenga en cuenta las necesidades y prioridades de las sociedades de la región.
Rodríguez Maradiaga precisó que la jerarquia católica no pretende un movimiento pendular hacia las estrategias estatistas y de sustitución de importaciones que caracterizaron la región en décadas pasadas.
Pero subrayó que sólo con masivas inversiones en lo social y educativo, el progreso económico podrá promover el desarrollo y no la pobreza, como ahora, y al mismo tiempo preparar a América Latina para "tener un sitio en el mundo globalizado".
El arzobispo criticó ácidamente "el autismo" con que actúa el Norte industrial ante los problemas para alcanzar un real desarrollo en América Latina.
"El Grupo de los Siete (mayores países industrializados) está encerrado en sí mismo y sólo se preocupa, en relación con América Latina, que de ella no les lleguen drogas o emigrantes y que pague sus deudas".
Rodríguez Maradiaga vino a Caracas para participar el fin de semana en una asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana, cuyos participantes alertaron sobre la existencia de "un país en emergencia" por el grave deterioro social y ético local, aunque un segundo ajuste interno comenzó a dar resultados económicos. (FIN/IPS/eg/ff/cr pr/97