/AMBIENTE/ECUADOR: A mayor precio del gas, mayor tala de bosques

La decisión del gobierno de Ecuador de eliminar parcialmente el subsidio al gas licuado de uso doméstico, traerá consecuencias ambientales a corto plazo debido a la tala de bosques para el empleo de leña como combustible.

El uso de leña como fuente de energía calórica se redujo en gran medida con el empleo del gas, ya que el Estado incentivó su consumo en los últimos veinte años por medio de subvenciones que le generaba pérdidas por unos 120 millones de dólares al año, según cifras del ministerio de Energía.

Sin embargo, casi la mitad de la población, sobre todo en el sector rural, continuó utilizando la leña como combustible, debido a la deficiente distribución del gas y los elevados costos de los derivados del petróleo, indica el estudio «El sistema energético en Ecuador», de Pete Kublank y Diego Mora.

Si a esta situación se le agrega un incremento del precio del gas, muchas familias ecuatorianas acudirán al consumo de leña para satisfacer sus necesidades de calefacción y cocción de alimentos, señala a su vez «Los caminos de la madera», investigación del Programa Regional de Bosques Nativos.

La depredación de los bosques sería uno de los efectos de la supresión de este subsidio, ya que la población rural incrementaría su dependencia hacia esa fuente de energía primaria que es la leña.

«Al no regirse bajo las leyes del mercado, la leña se convierte en la fuente de energía más accesible para gran parte dela población», dice un documento del Banco Mundial.

A partir de la disposición oficial, que entró en vigencia en la primera quincena de este mes, el cilindro de gas de 15 kilogramos pasó de 0,7 a 2,7 dólares.

En los lugares de difícil acceso, que están alejados de los centros de distribución y donde se registran los mayores índices de pobreza, el tanque de gas llega a venderse en cuatro y hasta cinco dólares.

Las autoridades manifestaron su preocupación por la situación. EL subsidio fue eliminado de manera parcial, pues el precio normal del producto alcanzaría seis dólares. Sin embargo, el ahorro que obtendría el Estado cubriría otros aspectos del programa social del presidente Abdalá Bucaram.

Hasta 1996, la leña aportó 48,5 del total de la energía consumida a nivel doméstico en Ecuador y para el 2010, si se hubiese mantenido los mismos precios, aportaría 36,1 por ciento, según dijo a IPS por Byron Granda, ex consultor de planificación de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).

De acuerdo al Banco Mundial, unas 340.000 hectáreas de bosques ecuatorianos se talan anualmente, es decir 2,9 por ciento de la superficie total, y sólo 1,5 por ciento se reforestan. La expansión de la frontera agrícola continúa siendo la principal causa de la tala de bosques.

De continuar esta situación, sin tomar en cuenta otras variables como un mayor consumo de leña, para el año 2030 no existirán reservas forestales en el país, advierte el Banco.

Los expertos coinciden en que la creación de bosques energéticos es la única salida viable para enfrentar el problema. (FIN/IPS/mg/dg/en/97

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