Un balance de la protección mundial del medio ambiente demostró hoy que los esfuerzos por detener la degradación en el planeta avanzan a ritmo demasiado lento.
El agotamiento del agua, el suelo, los bosques, la pesca y el aire urbano, por obra del uso y la contaminación humanas, se desplaza a mayor velocidad que la recuperación natural de esos recursos, advirtió un informe especializado.
El mantenimiento de esa tendencia acabará con los ingredientes esenciales para la vida en el planeta, según el nuevo Panorama del Ambiente Mundial distribuido por el Programa de las Naciones para el Medio Ambiente (PNUMA).
La evaluación del PNUMA predijo que en esas condiciones el mundo puede encaminarse hacia inseguridad alimentaria y situaciones conflictivas.
Durante el último decenio, desde una perspectiva mundial, la degradación del medio ambiente continuó en todas partes y los problemas ambientales más importantes permanecen incrustados en el tejido social y económico de naciones de todas las regiones.
Los avances hacia un futuro mundial sostenible son demasiado lentos y falta el necesario sentido de urgencia, reclamó el PNUMA.
El informe estimó que aún permanece en la etapa de desafío una armonización justa y equitativa entre los regímenes del medio ambiente y del comercio.
La comunidad internacional debe adoptar acciones para "modificar radicalmente" los hábitos de consumo de energía. Se requieren nuevas fuentes, una mejora del rendimiento energético y la reducción de las emisiones.
El PNUMA convocó también al desarrollo de tecnologías apropiadas en todos los sectores de la economía para conseguir la utilización más eficiente de los recursos naturales y la disminución de la producción de residuos.
El problema del agua, que afecta ya a 27 por ciento de la población mundial, se convertirá en el principal obstáculo para el desarrollo en numerosas regiones.
El informe constató que existe falta de información en materia ambiental y recomendó colmarla mediante la elaboración de evaluaciones regulares, el desarrollo de bancos de datos y la preparación de previsiones integrales.
En un análisis de las perspectivas regionales, el PNUMA observó que en Africa persisten la tasa de crecimiento de población más alta del mundo, el deterioro de los términos de intercambio, la escasez de recursos financieros y las largas sequías.
Uno de los principales problemas africanos es el desequilibrio en el uso de los recursos naturales, con la sobreexplotación de algunos y el subempleo de otros.
La búsqueda de un equilibrio entre desarrollo económico y sustentabilidad sigue siendo el mayor desafío del continente africano, complicado por la variedad de su herencia cultural y de sus riquezas naturales.
Unos 500 millones de hectáreas de Africa se encuentran degradadas en intensidades que oscilan entre moderadas y severas. Las sabanas africanas, las tierras más ricas de pastos del mundo, soportan la carga de numerosas plantas y animales autóctonos, incluida la concentración de mamíferos más alta del mundo.
En Africa se encuentran 19 de los 25 países que tienen los porcentajes más altos de población sin acceso a agua potable. El deterioro ambiental africano se relaciona estrechamente con la pobreza y con el mal desempeño de la economía.
En el caso de Asia y el Pacífico, donde más de dos tercios de la población vive en pobreza absoluta a pesar del elevado crecimiento económico, el PNUMA indicó que existen degradación del suelo y de los recursos marinos y costeros, deforestación y provision inadecuada de agua.
La contaminación aumenta de manera grave en las mayores megaciudades de la región: Bombay, Jakarta y Manila. Los pequeños estados isleños, como Fiji, Maldivas y Samoa Occidental, tienen problemas para la eliminación de desechos.
Las reservas de madera de Asia, pronosticó, pueden durar solamente 40 años más. Alrededor de 70 por ciento de las aguas derramadas en el océano Pacífico no reciben tratamiento.
La región de América Latina y el Caribe se caracteriza, ambientalmente por sus inmensos sistemas hidrológicos (como Amazonas y Río de la Plata) de una diversidad biológica única.
Crecimiento elevado de población urbana y marginalidad en tierras agrícolas son las causas principales de los daños ambientales en la región.
El PNUMA afirmó que las políticas de ajuste estructural impulsaron la recuperación económica de América latina y el Caribe pero aumentaron la pobreza.
Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay experimentaron los efectos del aumento de las radiaciones ultravioetas-B debido a la reducción de la capa de ozono más pronunciada que en cualquier otra región habitada del planeta. (FIN/IPS/pc/mj/en/97