El regreso de tropas francesas a la República Centroafricana y a Zaire provocó la reacción en esta capital de grupos civiles críticos de la cooperación militar de Francia con países de Africa.
El gobierno de Francia envió soldados a colaborar con los amenazados regímenes de la República Centroafricana y de Zaire, y varias organizaciones no gubernamentales (ONG) francesas cuestionan una cooperación militar que a menudo ha dado lugar a la injerencia en asuntos internos de naciones en conflicto.
"Francia no sólo dispone de bases militares en la República Centroafricana, sino que también pretende hacerse cargo de ese país", advirtieron la ONG Survie y Agir Ici en un comunicado conjunto.
Así mismo, destinó efectivos a Zaire para apoyar la contraofensiva que el ejército de Mobutu Sese Seko prepara ante los rebeldes banyamulenge. El apoyo francés a las fuerzas gubernamentales zaireñas puede tener consecuencias "sangrientas", advirtieron las dos ONG.
En su opinión, cabe aguardar que el ejército de Zaire, conocido por sus exacciones, violaciones y matanzas, se lance nuevamente a la masacre en la oriental región de Kivú.
El respaldo francés podría ampliarse incluso a las fuerzas hutus ruandesas que se retiraron al oriente de Zaire después de perpetrar el genocidio de 1994 en su país y que pretenden reconquistar el poder.
La calma retornó esta semana a Bangui, la capital de la República Centroafricana, luego de que los militares franceses vengaran el asesinato de dos compañeros, registrado el día 4, dando muerte a 10 soldados africanos participantes de una rebelión contra el presidente Félix Ange Patasse.
Francia desmintió a los insurgentes zaireños, que la acusaron de reclutar mercenarios para luchar junto al ejército de Mobutu.
"La cooperación militar de Francia con Africa puede debilitar e incluso bloquear el esfuerzo de democratización en marcha en el continente. En ocasiones, las tropas francesas han sostenido regímenes antidemocráticos", señaló Bruno Barrillot, del Centro de Documentación e Investigación sobre la Paz y los Conflictos.
Acuerdos bilaterales de defensa firmados con ocho países de Africa obligan a Francia a hacer llegar ayuda de emergencia a esas zonas, en caso de problemas internos. A cambio, sus tropas tienen libertad de movimiento en esas naciones.
También mantiene convenios de asistencia militar con otros 25 estados, y su colaboración ha permitido a algunos países la estructuración de sus ejércitos.
Francia cuenta en la República Centroafricana dos importantes bases militares que le permiten desplegar tropas en una turbulenta región que comprende a Zaire, Chad, Burundi, Ruanda y Sudán.
Al independizarse, la República Centroafricana autorizó "la presencia transitoria" en su territorio de tropas francesas. "Pero la presencia transitoria se ha prolongado 30 años y Francia pretende quedarse" en esa ex colonia, destacó Barrillot.
"Para mantener su presencia militar, Francia debe conservar buenas relaciones con el régimen imperante en el país que se trate", agregó.
"Así, puso en el poder (en la República Centroafricana) al dictador Jean-Bedel Bokassa y lo reemplazó cuando se convirtió en un irresponsable. El presidente Patasse tiene todavía su apoyo, pero si se volviera una carga, también sería sustituido", dijo el analista.
Patasse llegó al poder a través de elecciones democráticas, pero se encuentra en conflicto con el ejército desde hace dos años y en los últimos 12 meses se registraron tres motines militares.
"Originalmente, la disputa fue por salarios no pagados, pero ya se trata de un movimiento contra el gobierno de Patasse. Y el asesinato de los dos soldados franceses puso en evidencia una actitud abiertamente antifrancesa", observó Barrillot.
Los franceses están dispuestos a luchar por permanecer en Africa central, una región en la que cuentan con importantes intereses, opinó el experto.
A su juicio, la afirmación del gobierno francés de que sus tropas no participan en los preparativos de la ofensiva contra la insurgente Alianza de Fuerzas Democráticas de Liberación no es plenamente tranquilizadora.
El gobierno francés "estaría dispuesto a realizar operaciones encubiertas mediante mercenarios en los casos en que no puede proceder a una intervención formal", aseguró.
La presencia militar de Francia en Africa, que ya lleva 35 años, "no ha fortalecido la seguridad regional, pero ha permitido la consolidación de regímenes muy poco respetuosos de los derechos humanos", puntualizó Dominique Bangoura, presidenta del grupo Observatorio Político y Estratégico en Africa. (FIN/IPS/tra- en/ao/rj/ff/ip/97