La conferencia anual del partido que gobierna Zimbabwe en régimen hegemónico -la alianza ZANU-PF- será inaugurada este viernes en medio de versiones que aseguran el retiro de uno de sus pilares étnico-políticos y sin que pueda preverse ningún cambio importante de orientación.
La dirección política del ZANU-PF (Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico) ya se encuentra en Bulawayo, la segunda ciudad del país, para asistir a la conferencia de dos días, que por primera vez se reunirá en la provincia de Matebeleland, en el sur del país.
"Conferencia de personalidades", llaman algunos analistas a la reunión del ZANU-PF, partido único que domina el poder en Zimbabwe sin una fuerte oposición a la vista, lo que no permite esperar ninguna desviación de su política actual.
No obstante, los mismos analistas advierten que cualquier oposición verdadera deberá surgir del interior mismo del partido, donde se amplía el cisma entre los jóvenes y la guardia vieja.
Ello no da pábulo para imaginar que ese cisma se manifieste en esta conferencia anual, donde prevalecerá, según todos los pronósticos, una aparente unidad.
Cabe esperar, sin embargo, que se produzca el retiro político de Joshua Nkomo, viejo líder del grupo étnico ndebele, que forma la minoría en Zimbabwe.
La mala salud de Nkomo, de 79 años, ambienta la posibilidad de que el corpulento jefe nacionalista renuncie en esta conferencia a una de las dos vicepresidencias de la República, que ha ocupado en los últimos seis años.
Muchos observadores consideran que el entendimiento entre Nkomo y Mugabe es la cola que mantiene unido el tejido político de esta nación de Africa meridional.
En la lucha contra el gobierno de la minoría blanca de la ex Rhodesia, se enfrentaron el ZANU -que al mando de Mugabe representaba a la mayoría shona- y el ZAPU (Unión del Pueblo Africano de Zimbabwe) partido de la minoría ndebele que comandaba Nkomo.
Nkomo y otros ex líderes del ZAPU se incorporaron al gobierno del ZANU en 1987, en virtud de un pacto conocido como "Acuerdo de Unidad", en el cual se creó el Frente Patriótico (PF). Este entendimiento liquidó el alzamiento de un grupo de miembros descontentos del brazo militar del ZAPU.
Según los analistas, esa unión es prueba de que Nkomo sigue siendo parte indispensable de la ecuación política que mantiene unido a Zimbabwe, pero algunos ndebele aún sienten que la firma del pacto de 1987 fue una traición y que su región no ha ganado beneficios apreciables.
"El 'circo' de Bulawayo se dedicará a despedir a Nkomo y a premiarle por haberse incorporado al acuerdo ZANU-PF, pero poco más que eso saldrá de la conferencia", anticipó John Makumbe, cientista político y defensor de los derechos humanos.
"La última cosa que Mugabe desea es que algo cambie", añadió Makumbe, quien es profesor de la Universidad de Zimbabwe. "El ZANU-PF está afectado de pobreza de ideas".
El secretario jurídico del partido, Eddison Zvobgo, declaró a la prensa local que el faccionalismo o la lucha interna en diversas provincias no serán puntos de discusión en Bulawayo.
Zvobgo explicó que las discrepancias que existen dentro del partido "son demasiado triviales para ser presentadas ante el congreso", y sugirió que deberían ser resueltas a nivel provincial.
Fuentes del partido admitieron que la sucesión en la dirección política de alto nivel tampoco será mencionada. El propio Zvobgo dijo que la sucesión es una "cuestión constitucional" y que la conferencia anual del partido no es competente.
Makumbe concluyó que la conferencia "no cambiará una jota de la forma en que este país es gobernado". (FIN/IPS/tra-en/lm/pm/arl/ip/96
