VIETNAM: Policías narcotraficantes son la punta del iceberg

Vietnam no es solo un buen mercado para las drogas ilegales, sino un punto de tránsito y comercialización internacional de rápido crecimiento, según las autoridades del país.

Los incidentes de tráfico y consumo de drogas aumentaron dramáticamente en los últimos años, a medida que Vietnam emergía como punto de tránsito para la heroína procedente del denominado "Triángulo de Oro", región de cultivo y procesamiento de opio que comprende partes de Birmania, Laos y Tailandia.

Los expertos sostienen que Vietnam podría convertirse en el principal punto de tránsito de drogas de la región debido a la mejor acción de las autoridades de China y Tailandia, que hasta fines de la década del 80 albergaban las principales rutas de la región.

Pham Chuyen, director del Departamento de Policía de Hanoi, mencionó como prueba la desarticulación este mes de un círculo de narcotraficantes que integraban varios altos funcionarios policiales, el más grave caso de corrupción descubierto hasta ahora en organismos de seguridad.

Los expertos afirman que Hanoi es la ciudad donde la heroína se adquiere más barata y con más facilidad en todo el mundo.

La policía pretende acabar con el narcotráfico en las calles, que opera, por ejemplo, en pequeños expendios de alimentos cerca de las escuelas, donde supuestamente se introdujeron poderosas drogas en bebidas o cigarrillos que se venden a los niños.

Las autoridades se comprometieron a acabar con el consumo de drogas antes del próximo 26 de junio.

Expertos sanitarios detectaron a través de análisis de sangre entre cinco y siete por ciento de los niños habían experimentado el efecto de las drogas. Algunos comienzan a consumir heroína alos nueve años de edad, según informes policiales.

Según distintas estimaciones, los 200.000 adictos de Vietnam consumen alrededor de 20 toneladas de opio al año.

Los jueces sentenciaron a muerte a 20 narcotraficantes desde que la Asamblea Nacional introdujo la pena capital para estos delitos en 1992.

Un decreto del gobierno emitido el 31 de agosto estableció castigos más duros, pues cualquiera que produzca, almacene, comercie o transporte tres kilogramos o más de opio, cocaína, marihuana o hachís puede ser condenado a penas de entre 10 años de prisión y la muerte.

El mismo castigo se aplica a quienquiera que porte 100 gramos de heroína, 50 kilogramos de plantas de marihuana o coca, un kilogramo de precursores químicos para la producción de drogas o medio litro de narcóticos en forma líquida.

Cualquiera que aliente a otros a consumir drogas, en especial a jóvenes o mujeres embarazadas, puede ser condenado a 10 años de prisión.

Desde comienzos de diciembre, el coronel Vu Ban, a cargo del Departamento de Control de la policía, el mayor Vu Nuu Chinh, subjefe del Departamento de Narcóticos, y otros dos funcionarios fueron arrestados por complicidad con la banda de narcotraficantes liderada por el capitán Vu Xuan Truong.

El mercado de heroína de Hanoi fue sacudido en julio por el arresto de Vu Xuan Truong, un alto funcionario del Ministerio del Interior delatado por Sieng Phenn, un cómplice suyo de nacionalidad laosiana arrestado el año pasado con 15 kilogramos de heroína en su poder.

Sieng Phen fue condenado a muerte, pero media hora antes de ser conducido al cadalso decidió revelar las identidades de sus cómplices en Hanoi, lo que provocó la postergación de la ejecución.

Vu Xuan Truong fue arrestado y, al mismo tiempo, se capturaron cinco kilogramos de heroína y 85.000 dólares en efectivo en su domicilio en la provincia vietnamita de Lai Chau, en la frontera con Laos.

Paradójicamente, el propio Truong había sido quien informó a sus superiores sobre la llegada a Hanoi de Sieng Phenh, con el objetivo de acceder al vehículo de su cómplice, donde había más heroína.

El coronel Vu Ban fue hallado responsable de la infructuosa inspección al automóvil de Sieng Phenh y del hecho de que no se lo consideró evidencia para el caso.

La banda obtenía la droga de suministos laosianos, la traficaba en connivencia con guardias de frontera vietnamitas y actuaba bajo el ala de un funcionario del Ministerio del Interior.

La policía arrestó en octubre a otro cómplice de Truong, el capitán Bui Danh Ca, comandante de un puesto fronterizao en la provincia de Lai Chau.

La banda operaba con tal impunidad que Truong ni siquiera apelaba a intermediarios para vender la droga. El mismo se montaba en una costosa bicicleta y distribuía la heroína entre los vendedores callejeros ataviado de uniforme policial.

La red de minoristas era tan amplia que inmediatamente después del arresto de Truong los precios de la heroína aumentaron 50 por ciento en Hanoi.

El coronel Pham Chuyen pronosticó nuevos arrestos. "Las razones por las que Vu Xuan Truong fue trasferido de Lai Chau, donde fue sancionado dos veces por narcotráfico, a Hanoi son motivo de una investigación especial", dijo.

El presidente de la Suprema Corte Popular de Vietnam, Pham Hung, dijo que "Vu Xuan Truong no podrá evitar la pena capital".

La policía de Vietnam destinó 30 millones de dólares a la campaña antidrogas Plan 518, pero tanto el uso que se da a ese dinero como la cantidad de drogas capturadas son inciertos, mientras los funcionarios encargados cuentan con poco equipo y entrenamiento especializado. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/ip/96

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