El ministro de Planificación de Venezuela, Teodoro Petkoff, calificó hoy como "un acto criminal" el que los médicos del sector público en huelga hayan decidido desatender las emergencias y la terapía intensiva.
Petkoff, socialista y quizás la figura más respetada del actual gobierno, consideró como "un decreto de guerra a muerte contra los pobres" la decisión del gremio médico de ordenar el retiro total de los galenos de los hospitales públicos, desde el viernes.
Se carece de cifras oficiales sobre el efecto concreto de esa medida pero cifras procedentes de la provincia sitúan en 11 los decesos causados por la huelga en diferentes puntos.
En tanto, el demócrata cristiano presidente Rafael Caldera trataba de mediar en el conflicto que mantiene 60 por ciento de la atención de salud del país en manos de personal auxiliar, grupos de médicos que no secundaron el carácter total de la huelga y profesionales militares.
Los médicos demandan un salario equivalente a mil dólares, cuando hasta ahora su nivel no superaba los 244 dólares y por el momento han rechazado todas las ofertas del gobierno.
También exigen que se dote de insumos y equipos a los centros asistenciales, que padecen un deterioro creciente y donde los pacientes deben aportar en muchos casos hasta el algodón para poder ser atendidos.
Caldera emitió la noche del viernes un decreto de "reanudación e faena" que fuerza el retorno inmediato a sus labores de los 27.000 médicos empleados en 226 hospitales en manos del Estado en todo el país.
Pero la medida fue desacatada por la mayoría de los huelguistas, aunque en algunos centros grupos de médicos mantienen servicios de "estricta emergencia", sobre todo en las instalaciones dependientes de las gobernaciones regionales, que ya mejoraron los salarios de sus dependientes.
Petkoff instó a los médicos a desobedecer la orden de sus dirigentes, porque éstos actúan con "una crueldad inverosímil e inhumana", ya que ni en medio de las mayores tensiones por cualquier reivindicación un médico abandona las emergencias.
El ministro, quien oxigenó el deteriorado gobierno en abril, insistió en que los pobres, los que requieren la atención del Estado, han sido "condenados a muerte" por un gremio.
Petkoff dijo que las demandas económicas de los galenos son razonables, como lo son los de muchos otros sectores de trabajadores en el país, pero que si se atienden todos los reclamos, se desbordará nuevamente la inflación, que este año creció a una tasa de 103 por ciento.
"Esta federación médica se ha deshonrado al ordenar retirarse de las áreas de terapía intensiva y de emergencias", afirmó el ministro, para insistir que "sobre la base de cadaveres no pueden negociar los responsables de la salud". (FIN/IPS/eg/dg/lb-pr-he- ip/96