Playas populares de Trinidad y Tobago son el coto de caza de jóvenes desempleados interesados en el dinero de las turistas que llegan a la isla, mientras en revistas europeas se anuncian "paquetes" que incluyen servicios de hombres en Trinidad y Tobago.
"Alquile un muchacho en Tobago" es el título de un artículo de una revista local sobre el tema.
En general, la población de Tobago desaprueba el fenómeno, y algunos advierten que la reciente sugerencia del gobierno del primer ministro Basdeo Panday, según la cual se instalará un casino en la isla, no resolverá la situación.
En una sociedad conocida hasta hace poco como conservadora, las noticias sobre la prostitución masculina suscitan preocupación. "La situación está fuera de control", comentó un empresario.
En el pasado, las playas eran el sitio en que se concretaban las citas. Pero ahora los hombres recurren a los anuncios mediante "agentes" locales asociados con la industria turística y albergues y clubes nocturnos.
Donald Berment, coordinador del nuevo grupo Hombres contra la Violencia contra la Mujer (MARAW), prefiere no emitir un juicio moral sobre lo que sucede, pero afirma que sólo fue cuestión de tiempo antes de que los hombres se decidieran por la prostitución.
Los hombres cobran precios más altos que las mujeres, ya que la demanda es mayor y el miedo al sida mantiene a muchos fuera del circuito. Las prostitutas de la isla cobran unos 50 dólares los 15 minutos.
El empresario Andrew Phillips afirma que nuevos y más altos niveles de actividad turística han sido un factor determinante, y señala que países como Jamaica y Barbados tienen antecedentes en este tipo de actividades. Además, toda vez que hay turismo, aparece la prostitución, destacó.
Según un observador, la estación turística de invierno en Tobago, que tuvo a los hoteles 100 por ciento ocupados, concitó la llegada de mujeres de la vecina isla de Trinidad "para hacer algo de dinero".
Según informaciones, el paradisíaco paisaje de Tobago, de 300 kilómetros cuadrados, está siendo utilizado como escenario de algunas películas pornográficas, independientemente de la industria "porno" afianzada en Trinidad.
Un empleado del zoológico enfrenta en Miami acusaciones de participación en una red internacional de pornografía y, según el ministro de Asuntos Sociales, Manohar Ramsaran, la detención apenas tocó la punta del iceberg del sexo comercializado.
Tobago, con 40.000 personas, ya es parte de la compleja y peligrosa red de la pornografía internacional, alertan analistas. (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/lp(pr-if/96