TIMOR ORIENTAL: Obispo y activista reciben premio Nobel de Paz

El obispo católico Carlos Filipe Ximenes Belo y el activista exiliado de Timor Oriental Jose Ramos-Horta recibieron hoy en esta capital el premio Nobel de la Paz.

Pocas veces se ha visto el cinismo de la política mundial más descarnadamente que en Timor Oriental, dijo este martes el miembro del Comité Nobel noruego Francis Sejersted, al presentar el premio a los dos impulsores de la autodeterminación.

Las consideraciones de la "realpolitik" permitieron que en Timor Oriental echara racíces una forma excepcionalmente brutal del neocolonialismo, añadió Sejersted.

Ambos galardonados son destacadas figuras internacionales en la campaña por los derechos humanos y la autodeterminación del pueblo de la ex colonia portuguesa, ocupada por Indonesia en 1975, y desde entonces víctima de la brutalidad y la muerte de casi un tercio de la población timoresa, más de 200.000 personas.

Indonesia afirma que invadió Timor Oriental en 1975 para evitar el caos y un gobierno comunista después que fuerzas portuguesas abandonaran el país, y sostiene que el tema de la autodeterminación se resolvió en 1976, cuando un parlamento instalado por Indonesia votó a favor de la anexión.

Belo, obispo en Dili, aceptó su premio en "el nombre de su iglesia y su pueblo". Ramos-Horta urgió a Indonesia a encontrar una solución a los problemas de la ocupación y dijo que Belo es "el real ganador" del premio.

"El es la personificación de la resistencia, la rectitud moral, la dignidad y la identidad del pueblo de Timor Oriental, y su larga lucha por la paz y la libertad", sostuvo Ramos Horta.

"Creo firmemente que estoy aquí esencialmente como la voz de la gente sin voz de Timor Oriental", dijo Belo. "Y lo que la gente quiere es paz. El fin a la violencia y el respeto de sus derechos humanos".

Ambos han trabajado sin descanso y con gran sacrificio personal por su pueblo oprimido, dijo Sejersted.

Bajo condiciones extremadamente difíciles, "preservaron su humanidad y fe en el futuro. Es en admiración a su trabajo y en la esperanza de un mejor futuro para Timor Oriental que el Comité Nobel los honra hoy con el Premio Nobel de la Paz 1996". El premio es de 1,12 millones de dólares.

"El hombre es un ser para la libertad. Esto significa que su realización es incompleta si no existe la capacidad de decidir ante sus opciones y hacerse responsable de sus acciones sin ninguna clase de intimidación", dijo Belo.

En su discurso Belo recordó a otros laureados con el premio como el Dalai Lama, el arzobispo Demond Tutu y Daw Aung San Suu Kyi. Además, se refirió al fallecido primer ministro de Israel, Yitzhak Rabin, quien una vez hizo un llamado a detener los derramamientos de sangre.

Ramos-Horta, quien preside una coalición de grupos por la independencia, el Consejo Nacional de Resistencia de Timor Oriental, señaló el papel de pequeños países como Noruega, Costa Ric y Portugal podrían adoptar en la comunidad internacional como mediadores.

A menudo las pequeñas naciones demuestran que "los principios y la moralidad no han sido completamente avasallados por los intereses mercantiles", dijo el activista.

Ramos-Horta recordó nombres de muchas personas muertas en Timor Oriental a causa del terror y la represión, y mencionó al líder de la resistencia Xanana Gusmao, "quien permanece incomunicado en prisión a miles de kilómetros de aquí". (FIN/IPS/tra-en/pae/rj/lp/ip-hd/96

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