La participación de niños en la guerrilla que por más de un decenio ha combatido al régimen islamista de Sudán en el sur del país, se manifiesta como un fenómeno recogido sistemáticamente en la estructura militar del movimiento rebelde, según confió a IPS un jefe recién apartado de esas fuerzas.
Farouk Saleh Mohamed Abdalla, dirigente comunista norteño y opositor al régimen de Jartum, que durante varios años participó en la lucha del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) por la autodeterminación del sur, de mayoría negra no islámica, jugó un papel destacado en el entrenamiento de niños.
Los niños son integrados en el llamado "Ejército Rojo", que viene a ser una versión infantil del SPLA.
Abdalla recordó, sin embargo, que el actual líder del movimiento rebelde, coronel John Garang, debió explicar cierta vez, al ser interrogado por un refugiado cuyos tres hijos estaban alistados, que los suyos asistían a la escuela y que se incorporarían más tarde al Ejército Rojo.
"Reclutábamos a los niños y les entrenábamos para la guerra, además de enseñarles a a leer y escribir", informó Abdalla a IPS en Nairobi, donde reside temporariamente desde que dejó al SPLA.
"Les sacábamos a la fuerza de sus hogares, del cuidado de sus padres o tutores, y les confinábamos en un lugar. Los niños que por lo general buscábamos estaban en edades variadas entre cinco y 16 años".
El entrenamiento de los niños soldados se realizaba en los campos de refugio de Itang, Bilpam y Bunga, todos ellos en el territorio del vecino Etiopía, de acuerdo con Abdalla.
Después de la caída del régimen de Mengistu Haile Mariam en 1991, el SPLA trasladó el entrenamiento de los niños al interior de Sudán, en el propio sur, y a los vecinos Kenia y Uganda, según relató el ex guerrillero.
"Las circunstancias se reproducen en los llamados campos de desplazados dentro del sur de Sudán, en Lobone, Mangalatore, Narus, Natinga y Mugali, y en los campos de refugio de Kakuma (Kenia) Y Koboko (Uganda)", precisó Abdalla.
"Estos lugares no son algo que el mundo esté preparado para comprender… pero de hecho consisten en centros de reserva para el reclutamiento del SPLA", explicó.
Maestro de carrera, Abdalla sirvió en el movimiento rebelde durante seis años, hasta que lde Mengistu estos niños debieron volver a pie a nuevas bases en el sur del Sudán, muriendo en camino otra buena cantidad de ellos. Los remanentes son unos 20.000 jóvenes, de los cuales 10.000 se encuentran en Kenia y en Palotaka, en el sur de Sudán", concluye el relato del grupo.
Naciones Unidas publicó en noviembre un informe dedicado específicamente a los niños soldados, con el título de "Las Consecuencias de los Conflictos Armados en los Niños", del que es autora la mozambiqueña Graça Machel.
"Una vez reclutados, los niños reciben por lo general un tratamiento similar al de los adultos, incluyendo las ceremonias de iniciación, que suelen ser brutales", expresó aquel informe. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/arl/pr/96