El ex primer ministro de Sudán, Sadiq al- Mahdi, cruzó de nuevo las fronteras del país, esta vez para brindar su apoyo a la lucha armada contra el régimen militar islamista, confirmaron a IPS fuentes próximas al líder opositor.
La prensa oficial sudanesa informó este jueves que Al-Mahdi burló en la jornada previa el arresto domiciliario al que estaba sometido y consiguió llegar a la frontera con Eritrea, donde fue recibido por el presidente de ese país, Issaias Afewerki.
Un dirigente del Partido Umma (UP), cuyo líder es Al-Mahdi, confirmó a IPS que, en una reunión recientemente celebrada en Jartum, el partido había decidido apoyar a la oposición armada contra el régimen militar que domina el poder desde 1989.
"Nosotros resolvimos tomar las armas contra este gobierno. Por lo tanto, el exilio de Al-Mahdi fue en verdad una decisión partidaria y no un asunto personal", dijo el dirigente del UP, que no quiso ser identificado. "Estamos preparados para luchar en el frente, nos vemos forzados a hacerlo".
Sara Abdel Rahaman, esposa de Al-Mahdi, ratificó por teléfono que su marido decidió pasar a Eritrea para incorporarse a la dirección del movimiento armado que se propone derrocar al "gobierno islámico".
Rahaman recordó que Al-Mahdi estaba bajo arresto domiciliario desde septiembre pasado, cuando salió de la cárcel. "No podía moverse ni recibir visitas, ni siquiera sus parientes podían verle".
Según la prensa oficial, fuentes de la seguridad del Estado afirmaron que Al-Mahdi viajará Uganda, Etiopía, los países de Africa meridional y Gran Bretaña en busca de apoyo militar para el movimiento rebelde que opera en el sur de Sudán.
Al Tayebe Ibrahim Karere, ministro de Cultura e Información, declaró que la gestión de Al-Mahdi sólo servirá para prolongar la ya larga guerra civil que enfrenta al gobierno con la rebelión del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) en el sur.
"El ex primer ministro recurre ahora a la violencia contra el pacífico pueblo de Sudán (…) Obtendremos la victoria contra los enemigos de nuestro país", afirmó el ministro.
El ex primer ministro Al-Mahdi fue expulsado del gobierno en 1989 por un golpe militar que encabezó el actual presidente de Sudán, general Omar Hassan al-Bashir. Desde entonces ha conocido el exilio y ha sido detenido en numerosas ocasiones por su fuerte actitud opositora.
El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió este jueves una declaración en la que acusa una vez más a Eritrea de inmiscuirse en los asuntos internos de Sudán al ofrecer refugio a Al-Mahdi.
Las relaciones entre ambos países se deterioraron en los últimos años debido a las diferencias religiosas y políticas que separan a sus respectivos gobiernos.
En diciembre de 1993, las fuerzas de seguridad eritreas mataron a 20 miembros de la guerrilla fundamentalista radical llamada Jihad Islámica Eritrea (EIJ), por entender que se propone derribar al gobierno del país.
Eritrea acusó a Sudán de respaldar a la EIJ, y en diciembre de 1994 rompió relaciones diplomáticas con Jartum por ese motivo.
Sudán, por su parte, culpa a Eritrea de apoyar al SPLA y a otros grupos de la oposición. De hecho los partidos opositores de Sudán han realizado en territorio eritreo diversas conferencias.
El gobernador del estado de Kassala, en el este de Sudán, mayor general Abdul Qasim Ibrahim Mohammed, informó este miércoles que ha declarado un "alerta roja" contra posibles ataques desde territorio eritreo.
Unos 2.000 mujaidines -guerrilleros fundamentalistas- fueron movilizados desde varios puntos del territorio de Kassala y se encuentran vigilantes, según el gobernador.
En octubre pasado, el ministro de Defensa, Hussan Abdel Rhaman, informó al Parlamento que en las zonas fronterizas con Eritrea se hallan desplegados más de 300.000 mujaidines. (FIN/IPS/tra-en/nb/pm/arl/ip/96