SUDAFRICA: Sector privado conducirá crecimiento aunque duela

Tras la puesta en vigor de una nueva Constitución, Sudáfrica entrará en el año 1997 con otro debate nacional en perspectiva, esta vez en busca de consenso sobre la política económica y de desarrollo.

Todo indica que los empresarios, los trabajadores y el gobierno se trenzarán en una profunda discusión, continuando el enfrentamiento ya insinuado acerca de ciertos principios de la política diseñada por los expertos gubernamentales.

El plan, preparado en el transcurso de este año, lleva por nombre política de Crecimiento, Empleo y Redistribución (GEAR). Su meta es lograr una tasa de crecimiento de seis por ciento al año y crear 400.000 empleos antes del año 2000 mediante diversos incentivos, como exenciones fiscales y reformas presupuestarias.

Las pautas gubernamentales también aspiran a aumentar el gasto social a fin de corregir las desigualdades creadas en el pasado. El déficit público previsto para 1997 no debería exceder la tasa de cuatro por ciento sobre el producto interior bruto (PIB).

La economista especializada en desarrollo Karen Motau entiende que los retos económicos que Sudáfrica enfrenta empujarán a todas las partes a resolver rápidamente sus diferencias sobre la GEAR.

El poderoso movimiento sindical de Sudáfrica, agrupado en el Congreso Sudafricano de Sindicatos (COSATU), se opone a las ideas fundamentales de la GEAR.

El COSATU discrepa en particular con la propuesta de "privatización general de las inversiones estatales" que la GEAR recomienda, aunque llega a argumentar que "ciertos activos estatales nunca deberían haber pertenecido al Estado".

El vicesecretario general del COSATU, Zwelinzima Vavi, recordó que la central de trabajadores ha presentado exigencias específicas, y dijo que "estas demandas deberían ser la base de una negociación seria".

La central y las organizaciones que la integran discutirán en abril próximo todos los temas relacionados con la posición sindical en el debate económico, cuando celebren su congreso nacional anual.

El objetivo de cualquier política económica, según el COSATU, debería ser la rehabilitación de aquellos que nunca han tenido acceso a la economía.

Los sindicatos sostienen que ese objetivo pudo haber sido alcanzado con una debida ejecución del Programa de Reconstrucción y Desarrollo (RDP), un proyecto cuidadosamente preparado y ampliamente consultado, que sigue teniendo el pleno apoyo del COSATU.

El RDP, que supuso un enorme esfuerzo de ampliación de los servicios estatales de bienestar social y de redistribución, se encuentra encajonado -según se afirma- debido a la presión del vicepresidente Thabo Mbeki, quien fue uno de los principales autores de la GEAR.

La secretaría del RDP, antes ubicada en las oficinas de la Presidencia, ahora forma parte del Ministerio de Finanzas.

El COSATU no se opone a la totalidad de la política GEAR, pero intenta desviarla en una dirección distinta de la que le han impreso sus autores, que son el propio Mbeki, y los ministros de Finanzas, Trevor Manuel, de Comercio e Industria, Alec Erwin, y de Trabajo, Tito Mboweni.

El gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA) se ha fijado para 1997 la meta prioritaria de mantener la economía en la senda del crecimiento.

El gobierno heredó una economía que salía de tres años de recesión y 20 años de una inflación de dos dígitos.

Desde mediados de enero de este año, la moneda (rand) ha perdido 23 por ciento de su valor en relación al dólar, más de lo esperado tras la sobrevaluación provocada por los fuertes flujos de capital entrados en la economía a finales de 1994 y en 1995.

Si el rand se hubiera estabilizado, su depreciación habría sido recibida como un estímulo a las exportaciones. El tobogán por el que se desliza, en cambio, induce a pensar que el mercado monetario mundial no está dando un voto de confianza a la estabilidad económica de Sudáfrica.

El gobierno quiere reducir el déficit público (5,4 por ciento del PIB en 1995 y 1996) a una tasa de cuatro por ciento en 1997. Sin embargo, no cuenta con una receta mágica para detener el desempleo creciente.

Las estadísticas que publica el Banco de la Reserva (banco central) reflejaron un aumento de 280.000 personas en las filas de los desocupados el año pasado.

Motau opinó que los intentos del gobierno por reducir su défitic "significarán menor gasto y pérdida de empleos en la administración pública y en las empresas estatales".

"El proyecto de obras públicas incluido en el RDP estaba más orientado a inversiones intensivas en mano de obra que a inversiones intensivas en capital", explicó la economista.

"Pero las empresas sudafricanas buscan formas de crecimiento de capital intensivo, lo cual significa -según la GEAR- que la mano de obra no calificada de la población negra, aunque barata, resulta improductiva para el sector privado".

El sector empresarial, representado por la Cámara Sudafricana de Empresas (SACOB), ha puesto énfasis al advertir que si el gobierno hace concesiones en la política GEAR, se hundirá la confianza dentro y fuera del país.

Los analistas económicos contrarios a la GEAR entienden, por el contrario, que esta política ofrece los mayores beneficios a las empresas y descansa en el sector privado para hacer girar las ruedas del desarrollo socioeconómico.

El sector privado no piensa, sin embargo, que esa política tal como está planteada sea lo suficientemente dura. Los empresarios preferirían un compromiso más claro con la privatización, que en estos momentos aparece ante los ojos empresariales como la principal motivación para una política de libre empresa.

El gobierno del CNA no habrá de perder de vista que un acuerdo con los sindicatos y con la SACOB es esencial para el buen gobierno del país y para contener el desencanto que domina a la mayoría negra, que no ha visto cambios apreciables en su situación.

Mbeki, no obstante, ha advertido que está dispuesto a desechar las razones de los aliados naturales del CNA, si fuera necesario para afirmar la política GEAR, mientras que Manuel suele repetir que esa política económica no es negociable.

Sin perjuicio de aceptar el diálogo, Mbeki dijo que "no nos vamos a desviar de forma significativa de nuestro plan, y vamos a ejecutarlo aunque sea doloroso". (FIN/IPS/tra-en/jb/pm/arl/ip-if/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe