SINGAPUR: La economía más dinámica no quiere entrar en la OCDE

La economía de crecimiento más rápido del mundo no tiene intenciones de ingresar a la OCDE, donde se reúnen las naciones de mayor industrialización, lo que la apartaría del amplio círculo de países en desarrollo.

"No somos un país desarrollado y no queremos solicitar el ingreso a ninguna organización incompatible con el Grupo de los 77 (G-77)", declaró el representante permanente de Singapur en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bilahari Kausikan.

Kausikan desechó los rumores ampliamente difundidos de que Singapur podría abandonar el G-77, que ahora integran 132 países en desarrollo, para formar parte de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico), que tiene sede en París.

La OCDE, organismo técnico intergubernamental que promueve los intereses de las naciones más ricas del mundo, está compuesta en la actualidad por 27 países, a los que podrían agregarse, en breve plazo Polonia, y tal vez más tarde Corea del Sur.

"Permaneceremos en el G-77 pues tomamos muy en serio nuestra pertenencia al grupo, tanto desde el punto de vista económico como político", dijo Kausikan a IPS. "Esa pertenencia es lo que nos define ante el mundo".

México salió del G-77 en 1984, cuando ingresó a la OCDE. Otro país de crecimiento reciente, Corea del Sur, piensa presentar su solicitud de ingreso el año próximo, pero Seúl todavía no ha dado ninguna indicación de que por fin se va a decidir por dejar el G- 77, que representa los intereses del mundo en desarrollo.

Singapur fue declarado en mayo de este año la economía de más rápido crecimiento del mundo. La medición -de la que es responsable el Foro Económico Mundial (WEF), que tiene sede en Suiza- colocó a este territorio asiático por delante de Hong Kong, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

El WEF distinguió a Singapur por su papel como exportador de productos manufacturados y por atraer la corriente más elevada de inversión extranjera directa en términos de su producto interior bruto.

A mediados de 1996, Singapur había acumulado nada menos que 72.000 millones de dólares en reservas internacionales, sacando amplia ventaja a Italia (49.000 millones), Gran Bretaña (40.000 millones), Francia (28.000 millones), Noruega (25.000 millones) y Suecia (21.000 millones de dólares).

Con una población de apenas 2,9 millones de dólares, las reservas de Singapur son las más altas del mundo en una medición por habitante.

Entre los países cuyas reservas internacionales superan las de Singapur se encuentran Japón (208.000 millones de dólares), Taiwán (100.000 millones), China (90.000 millones), Alemania (84.000 millones) y Estados Unidos (74.000 millones).

El ingreso por habitante de Singapur es hoy en día superior a 22.000 dólares anuales, y la tasa promedio de crecimiento de la economía se sitúa en 8,5 por año. En 1994 la economía creció al ritmo de 10,1 por ciento, y en 1995 registró una tasa de 8,9 por ciento.

En enero de este año la OCDE elevó a Singapur de la categoría de país receptor de ayuda, al grupo de los que ya no son aptos para recibir asistencia debido a la fortaleza de su economía.

"Es una cuestión meramente teórica -comentó Kausikan-, ya que de hecho no hemos recibido ningún tipo de ayuda".

El diplomático desmintió además las versiones de prensa según las cuales la OCDE ha clasificado a Singapur como un país desarrollado. "Eso no es verdad", afirmó.

"La OCDE aclaró más tarde que el cambio de categoría no era más que una variación técnica, ya que ahora Singapur es considerado un país en desarrollo, en fase avanzada", añadió.

Desde la década de los 60, Singapur ha proporcionado asistencia técnica a otras naciones en desarrollo, en el marco de iniciativas de cooperación Sur-Sur. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/arl/dv/96

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