SIERRA LEONA: Llega la paz tras cinco años de guerra civil

La población de Sierra Leona reaccionó con alegría y alivio al conocer el acuerdo que este fin de semana puso fin a la guerra civil de cinco años en esta nación de Africa occidental.

Las familias continuaban brindando en sus casas y en los bares este lunes, declarado feriado nacional para celebrar el pacto de paz firmado entre el presidente de Sierra Leona, Ahmed Tejan Kabbah, y el líder del Frente Unido Revolucionario (RUF), Foday Sankoh.

La celebración comenzó inmediatamente después de que Kabbah anunció el acuerdo en un mensaje que dirigió a la población este sábado, poco después de regresar de Abidjan, Costa de Marfil, donde había firmado el pacto ese mismo día.

Tras el informe del mandatario, se produjeron bailes populares en la calle y luego se atestaron los muchísimos clubes nocturnos de Freetown. El domingo, hubo oraciones especiales en los templos de la capital y otros poblados.

Los vehículos de transporte público anegaron las carreteras desde Freetown hacia otros puntos del país, otra señal de la confianza de la población en el acuerdo de paz, pues el tráfico en las carreteras nacionales fue mínimo en los últimos años debido a las emboscadas de los rebeldes.

"Ahora puedo viajar hacia el este y el sureste, donde compro aceite de palma para vender en Freetown", se ufanó el empresario Arijeneh Sheriff.

El funcionario público James Massaquoi dijo, por su parte, que ahora podría ver a sus familiares en el poblado meridional de Baaima. "Corté relación con ellos hace cuatro años. El acuerdo de paz es un gran alivio", manifestó.

Pero el pacto llegó demasiado parte para el técnico de laboratorio Mike Turay. "Perdí a mi padre y a mi madre en la guerra, pero estoy feliz de que haya terminado", afirmó.

Unas 10.000 personas murieron, mientras 1,7 millones en una población total de 4,5 millones se vieron obligadas a abandonar sus hogares por la guerra entre el RUF y el gobierno, que contó con el respaldo de soldados de Nigeria y Guinea, mercenarios sudafricanos y la milicia de cazadores Kamajor.

El conflicto también provocó un colapso en la economía de este pequeño país de Africa occidental, cuyo producto nacional bruto por persona entre 1991, año en que el RUF inició sus hostilidades, y 1995 cayó de 200 dólares a 150.

"Hoy, nuestro enemigo no es más Foday Sankoh ni el RUF. Nuestro enemigo es la pobreza, la enfermedad y la ignorancia", dijo Kabah en la ceremonia de firma del acuerdo en Abidjan.

El presidente anunció que todos los integrantes del RUF y los sospechosos de colaborar con los rebeldes prisioneros del gobierno serían liberados y que se les brindaría alimento, ropa y refugio.

Los integrantes de la guerrilla serían incorporados al proceso de reconstrucción de Sierra Leona, agregó.

Sankoh, por su parte, aseguró este domingo que la guerra había acabado y que es tiempo para la reconstrucción nacional. El líder rebelde sostuvo que su grupo tomó las armas para acabar con la dictadura y el desgobierno y para instalar una democracia genuina y responsable.

El acuerdo se produjo ocho meses después de que Kabbah relevó al régimen militar que gobernó en Sierra Leona desde 1992, cuando fue derrocado un gobierno civil con escasa adhesión durante el cual el RUF inició su rebelión.

"Esto fue una revolución popular para propiciar un cambio positivo", dijo Sankoh, si bien amenazó con que "el pueblo tomará las armas de nuevo si el gobierno le falla a la gente".

Los detalles del acuerdo de paz no se hicieron públicos, pero Sankoh dijo que aceptó el ofrecimiento del gobierno de integrar algunos de sus combatientes al ejército nacional y de ayudar al resto para regresar a la vida civil.

Aún antes de la firma del pacto este sábado, el RUF había comenzado a acuartelar a sus guerrilleros. La radio estatal de Sierra Leona había anunciado este viernes que más de 8.000 habían sido retirados del frente de combate y albergados en Campo Libia, una de sus principales bases.

Sankoh declaró la semana pasada, durante una visita a áreas bajo su control, que el acuartelamiento de los combatientes era "una clara señal del compromiso del RUF con el proceso de paz".

Pero la medida también estuvo motivada por la evidencia de que los integrantes del RUF estaban cansados de la guerra. Se produjeron numerosas deserciones en las últimas semanas. Más de 1.000 ex rebeldes fueron detenidos por las fuerzas del gobierno.

El experto de asuntos militares Mike Sesay comentó la semana pasada que era "inusual" que los rebeldes se retiraran a los campamentos por su propia voluntad.

"Creo que tanto los rebeldes como el gobierno están hastiados de la guerra y quieren poner fin a las hostilidades", opinó Sesay entonces.

El analista político Isaac Bassie dijo que el RUF resultó debilitado en el plano militar por las deserciones y por el hecho de que los Kamajor habían arrasado con Campo Zogoda, uno de sus principales campamentos, a mediados de noviembre.

El RUF era incapaz de "continuar más tiempo con la opción militar", agregó. (FIN/IPS/tra-en/ps/lf/kb/mj/ip/96

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