La mayoría de los mineros de Rusia continúa apoyando la huelga por tiempo indeterminado convocada el martes por la Unión de Trabajadores de la Industria del Carbón.
El sindicato afirmó que 161 de las 189 minas de carbón del país han detenido el trabajo en protesta contra los crecientes atrasos en el pago de salarios y la malas condiciones de trabajo.
El presidente de la Unión, Vitali Budko, informó que a los mineros se les adeuda el equivalente a 468 millones de dólares en salarios atrasados y 270 millones de dólares en subsidios.
Por otra parte, los clientes compradores de carbón mantienen una deuda con las minas que equivale a 1.350 millones de dólares.
Los mayores deudores son las centrales energéticas, que doblaron este año la deuda que mantenían en enero. Otros grandes deudores son los agricultores y las agroindustrias, las industrias siderúrgicas y las repúblicas ahora independientes que formaban parte de la antigua Unión Soviética.
El ministro de Finanzas, Alexander Livshits, dijo que todas las asignaciones presupuestarias han sido pagadas y que el gobierno federal sólo es responsable de 10 por ciento del total de salarios atrasados.
Además aludió a las grandes sumas que han sido transferidas a la industria del carbón, extrayéndolas de diversas fuentes, inclusive una parte de un préstamo del Banco Mundial.
El ministro de Trabajo y Desarrollo Social, Gennady Melikyan, dijo que la huelga no llevará a ninguna parte. "Ese tipo de medidas, como las que han tomado los mineros, siempre producen importantes consecuencias políticas", advirtió.
En general se reconoce que la paciencia de los mineros se ha agotado, después de varios años de pagos diferidos y empeoramiento de las condiciones de trabajo.
"Los mineros ya no calentarán a Rusia gratuitamente", dijo con elocuencia el jefe del sindicato del carbón. (FIN/IPS/tra-en/ai/rj/arl/lb/96