América Central será en 1997, por primera vez en su historia, una región donde todos sus gobiernos serán electos en forma democrática y no habrán conflictos armados internos en ninguno de los países.
Atrás habrá quedado el último conflicto armado de la región, el de Guatemala, donde el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca firmarán la paz el día 29.
América Central seguirá una ruta sin sobresaltos, dijo a IPS el historiador Luis Guillermo Solís, director de Política Exterior de la cancillería costarricense.
Pero hay que poner atención a la pobreza, dijo la analista Marjorie Ross, ya que propiciar el desarrollo y combatir la pobreza son los principales retos de América Central en el nuevo siglo para resolver dos problemas ligados a la seguridad regional.
Ross opinó que si bien la solución de la última guerra permite mirar el futuro de la región desde una óptica optimista, no se puede ignorar que este hecho se produce en un momento en que los gobiernos aplican políticas económicas que empeoran las dificiles condiciones de vida de los habitantes.
En tanto, Manuel Mora, hijo del fallecido líder histórico del comunismo costarricense del mismo nombre, considera que la estabilidad política y social dependerá de los cambios socioeconómicos que se impriman en la región.
Mora considera que la turbulencia de las últimas dos décadas en América Central fue producto de una situación socioeconómica basada en desigualdades sociales y de clase.
"El cambio puramente político de esta situación, si no se ve respaldado por cambios económicos y sociales profundos, no dejará de ser un mero maquillaje y lo que tendremos serán democracias formales sin ningún contenido real", advirtió.
El futuro de la democracia en América Central dependerá entonces de los cambios económicos y sociales, y de la posibilidad que tengan los países de insertarse en la nueva época de globalización con posibilidades relativas de éxito, aseguró.
En el plano militar, Mora apuntó que los ejércitos centroamericanos, formados en la doctrina de la seguridad nacional, se van a transformar al desaparecer los conflictos internos.
"El objetivo de lucha, que antes era la subversión, se está desplazando ya hacia la guerra contra el narcotráfico, que es, en este momento, el pretexto de subsistencia de las Fuerzas Armadas", indicó.
Solís dijo que América Central cruzó el umbral de la guerra a la paz hace varios años.
"El acuerdo entre la guerrilla y el gobierno de Guatemala cierra el capítulo de una paz anunciada, porque no había posibilidades objetivas de seguir peleando. El enfrentamiento no era sostenible", aseguró.
El funcionario costarricense estima que la paz en Guatemala es consecuencia directa de Esquipulas I, el proceso de paz iniciado en América Central hace 10 años, y precisamente por ser parte de un proceso no conllevará una transformación sustantiva en la región.
Al entrar al próximo siglo, dijo Solís, América Central mostrará cinco elementos: la institucionalización democrática, la modernización económica, el fortalecimiento de la integración regional, la gobernabilidad y la agenda para el desarrollo sostenible.
"Por primera vez América Central va a tener a todos sus gobernantes democráticamente electos y sin conflictos armados, y esto tiene que pesar en la forma en que vamos a abordar el futuro", agregó.
En materia de desarrollo sostenible, Solís indicó que "para bien, se ha dejado de ver el futuro sólo en términos de crecimiento económico".
Considera que ha habido un avance conceptual en las élites centroamericanas, que ahora reconocen que no habrá futuro si los ricos son cada día más ricos y los pobres cada día mas pobres. En ese sentido, reconocen que hay que tomar medidas en áreas como educación, salud, vivienda y medio ambiente.
"?Hasta donde llegarán estas medidas, cuál es el techo? Eso dependerá de cada pais", aseguró. (FIN/IPS/mso/ag/ip/96