El presidente de Perú, Alberto Fujimori, aceptaría que el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) sea legalizado si entrega las armas y libera a los 103 rehenes que mantiene en su poder en la embajada de Japón, pero no indultaría a los militantes y líderes involucrados en hechos de sangre.
La fórmula, expuesta este viernes por Martha Chávez, ex presidenta del Congreso y líder del partido oficialista Cambio 90, es considerada réplica de Fujimori a la propuesta del jefe del comando del MRTA, que el día 17 copó la embajada de Japón.
El copamiento de la embajada se realizó sin derramar ni una gota de sangre, y luego de 16 horas de dureza, con amenazas de fusilar al rehén más importante, el canciller Francisco Tudela, la situación evolucionó hasta desembocar cuatro días después en una oferta de paz si eran liberados los 458 militantes del MRTA.
Las negociaciones prosiguen con cierta tensión, y aunque todos los sectores políticos estiman que se alcanzará una solución pacífica y negociada, Fujimori adoptó este viernes una iniciativa amenazante: decretar el estado de emergencia en Lima y en dos zonas del interior en donde operaba el MRTA.
Según fuentes vinculadas al Ministerio del Interior, el estado de emergencia fue declarado como previsión a las amenazas formuladas desde Europa por Isaac Velasco, uno de los líderes del MRTA, quién anunció que su organización realizaría operativos si no se concedía la libertad a sus presos.
El analista Jorge Sosa expresó por su parte que "no debe descartarse que la declaración del Estado de emergencia sea una maniobra de presión negociadora". (FIN/IPS/al/dg/ip/96
