El gobierno de Perú mostró hoy cierta receptividad a la sugerencia del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru de conducir las negociaciones para la liberación de los 340 rehenes que tiene en su poder en conversaciones que incluyan el cese de la lucha armada.
El MRTA expresó en un comunicado que la liberación de todos los emerretistas presos podría conducir al inicio de conversaciones de paz.
Este tema fue luego ampliamente difundido por uno de los rehenes liberados el viernes: el parlamentario izquierdista Javier Diez Canseco.
El presidente del Congreso, Victor Joy Way, respondió a nombre del gobierno con una declaración que no cierra el paso a la sugerencia del comando guerillero difundido en la noche del viernes junto con la inesperada liberación de 38 rehenes.
"Si los que tomaron la embajada descartan cualquier tipo de ultimatum, nosotros también hemos descartado cualquier operación de caracter militar", aseguró Joy Way.
El presidente del Congreso informó que el presidente Alberto Fujimori agradeció pero no aceptó los ofrecimientos de algunos gobiernos de enviar fuerzas de élite para intentar un rescate por la fuerza.
También dijo que el gobierno no ha cerrado la posibilidad de diálogo y mencionó que inicialmente las realizaron el ministro de Educación, Domingo Palermo, y la Comisión de diplomáticos rehenes, y ahora Palermo negocia con el representante de la Cruz Roja Internacional.
Sin embargo, Michel Mininnig, representante de la Cruz Roja, aclaró que él no puede ser "negociador en temas políticos sino mediador en asuntos humanitarios".
Joy Way reiteró por último la versión oficial de que el corte de agua, energía y teléfonos que se produjo el jueves y aún continúa eran absolutamente casuales y no una acción deliberada del gobierno para desgastar psicológicamente a los guerrilleros.
Prometió enviar agua en un camión cisterna para aliviar la difícil situación dentro de la embajada, que sólo se cuenta con siete baños para los casi 400 ocupantes. (FIN/IPS/al/ag/ip/96
