PARAGUAY: Pobreza llega a 22,3 por ciento de la población urbana

El 22,3 por ciento de la población urbana en Paraguay vive en situación de extrema pobreza, lo que representa cerca de 560.000 personas, según la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC).

El total de la población urbana en Paraguay alcanza 2,5 millones de habitantes.

Informaciones recabadas a través de las "Encuestas de hogares" realizadas en todos los centros urbanos del país, revelan que en Asunción hay 86.931 personas extremadamente pobres.

Asimismo, a 125.685 ciudadanos del área metropolitana de Asunción el ingreso no les alcanza para comer dignamente, mientras que en el resto de los centros urbanos del país los indigentes ascienden a 345.925 personas, 31,1 por ciento.

Entre las cifras se menciona igualmente que 35 por ciento de las familias cuyos jefes no poseen instrucción alguna, se encuentra por debajo de la línea de pobreza.

La estadística revela también que sólo dos por ciento de las familias paraguayas cuyos jefes de hogar terminaron la enseñanza media se encuentra en la línea de pobreza y ninguna por debajo de ese nivel.

Según los técnicos de la DGEEC, la gravedad de la situación es evidente, sobre todo si se tiene en cuenta que las familias más pobres cuentan en promedio con más de tres hijos, que deben recibir alimentación nutritiva, diaria, educación, salud y vestido.

Otro elemento que agudiza el problema es que en los centros urbanos se nuclean cada vez más aquellas familias que abandonaron el medio rural, emigrando hacia las ciudades en búsqueda de oportunidades laborales.

Todo esto incrementó en los últimos años el sector informal urbano, que se observa prácticamente en cualquier esquina de la capital paraguaya.

Analistas y la propia policía nacional coinciden en que la difícil situación económica de un vasto sector de la población incrementa la delincuencia y la inseguridad.

El Ministro de Agricultura y Ganaderia, Juan Alfonso Borgognon, admitió que en Paraguay existe pobreza, pero puntualizó que el país no se encuentra al borde de una crisis social, como ocurrió en otros de América Latina en las décadas del 70 y 80, en alusión a los casos de El Salvador y Nicaragua.

"Unicamente con instrucción secundaria y terciaria tendremos un país medianamente desarrollado", observó el director de la DGEEC, Victor Mora.

En base a las estadísticas, Mora insistió en que existía la obligación de profundizar la reforma educativa, iniciada en 1989, como única forma de lograr una expansión del ingreso y el mejoramiento sustancial del nivel de vida de la población. (FIN/IPS/ct/ag/pr/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe