Un órgano fiscalizador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó a la institución de practicar una discriminación al revés al contratar y ascender mujeres con preferencia a hombres en busca del equilibrio.
La Unidad de Inspección Conjunta (JIU) admite la necesidad de mejorar la situación de la mujer en los cuadros de la ONU, pero lamenta la prisa con que esa política es puesta en práctica. La Unidad llega incluso a afirmar que las medidas tomadas violan la Carta de las Naciones Unidas.
Fatih Bouayad-Agha, miembro de la JIU, afirmó que el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, "ha aprobado una serie de criterios que dan preferencia automática a la mujer y que, por lo tanto, son discriminatorios".
En un nuevo instructivo de orientación emitido por Boutros Ghali se establece que la Secretaría debe identificar "las candidatas que reúnan las calificaciones mínimas para cualquier puesto vacante".
Bouayad-Agha dijo esta semana ante las delegaciones permanentes en la ONU que las nuevas orientaciones exhiben demasiadas lagunas y demasiadas oportunidades para cometer abusos.
"Si en el pasado se efectuaron algunos actos discriminatorios contra la mujer, fueron en el peor de los casos sólo violaciones a la política entonces existente. En el presente, en cambio, la discriminación ha sido institucionalizada", dijo el delegado.
El Grupo de Iguales Derechos para la Mujer, de la ONU, por el contrario, desechó los argumentos de la JIU.
Lorraine Rickard-Martin, presidenta del grupo, dijo a IPS que el Tribunal Administrativo de la ONU reafirmó recientemente "que las mujeres tienen derecho a una 'acción afirmativa' siempre que sus calificaciones sean iguales o superiores a las de los hombres".
No obstante, tanto la Junta de Apelaciones como el Tribunal Administrativo han recibido recursos de funcionarios que buscan reparación por entender que han sido objeto de "discriminación" y basan su reclamación en la propia Carta de la ONU.
El artículo 8 de la Carta dice que "las Naciones Unidas no pondrán restricciones al derecho de hombres y mujeres a ser elegidos para participar en sus órganos principales y subsidiarios en cualquier función y bajo condiciones de igualdad".
El artículo 101.3 establece "la primera consideración al contratar el personal y determinar las condiciones del servicio será la necesidad de garantizar los más altos niveles de eficiencia, competencia e integridad".
Bouayad-Agha señaló también que las promociones más veloces, dentro del sistema de la ONU, no siempre están vinculadas con la competencia y la eficiencia.
El delegado dijo que "si el objetivo es reclutar, ubicar y promover a los mejores según lo dispone la Carta, y si las calificaciones de una mujer son superiores", las normas que dan preferencia automática a la mujer están demás.
La ex legisladora estadounidense Bella Abzug, presidenta de la Organización Femenina para el Ambiente y el Desarrollo (WEDO), sita en Nueva York, dijo a IPS que la paridad de 50 y 50 es un viejo compromiso adquirido por Boutros-Ghali en la ONU.
El secretario general ha dicho que el personal profesional debería estar dividido por partes iguales entre hombres y mujeres hacia el año 2000, aunque en un informe publicado el mes pasado admitió que esa meta parece ahora más lejana.
Un comité de la ONU expresó en noviembre su temor de que la meta de igualdad no fuera alcanzada, especialmente en los niveles de orientación y decisión. Sólo tres departamentos de la Secretaría han llegado a ese objetivo hasta el momento. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/arl/pr/96