El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó hoy la toma de rehenes en la residencia del embajador de Japón en Lima, Perú, y la consideró "un ataque contra la comunidad internacional en su conjunto".
"El Consejo de Seguridad siempre condenó firmemente todo acto terrorista, bajo cualquier circunstancia", destacó el presidente del Consejo, el italiano Paolo Fulci, en representación de los 15 miembros del cuerpo.
"Tales actos constituyen una violación de las leyes básicas internacionales y los derechos humanos, así como una amenaza al sistema democrático, la paz y la seguridad", agregó.
Mientras, el secretario general Boutros Boutros-Ghali se solidarizó con el presidente de Perú, Alberto Fujimori, tras el secuestro el martes de más de 400 diplomáticos, congresistas y otras personalidades de diversos países por guerrilleros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, que exigen la liberación de sus compañeros presos.
En carta a Fujimori, Boutros-Ghali prometió apoyo a los esfuerzos del mandatario "por una resolución pacífica de la crisis mediante la liberación inmediata e incondicional de los rehenes". El Consejo también exigió la liberación inmediata de los secuestrados.
Sin embargo, la ONU se mantiene al margen de la crisis, y el portavoz Ahmad Fawzi sólo declaró que el foro mundial se solidariza con los gobiernos afectados.
Perú habría solicitado a la ONU una condena a Tupac Amaru, pero Japón, tradicionalmente sensible a la necesidad de salvar la vida de los rehenes, procuraría suavizar los mensajes de la organización mundial, según declaraciones de fuentes estadounidenses a IPS.
Fulci confirmó que realizó consultas con los gobiernos de Japón y Perú antes de publicar la declaración del Consejo, que no hace referencia alguna al movimiento revolucionario ni amenaza con sanciones específicas a los secuestradores. (FIN/IPS/tra-en/fah/ml/ip/96