El nuevo gobierno liberal de Nicaragua afrontará su primer gran reto político en enero cuando designe a Jaime Cuadra como ministro de Defensa, el primer civil en ocupar ese cargo en la historia de este país.
El parlamento deberá aprobar la Ley Creadora del Ministerio de Defensa, y para ello deberá reformar el Código Militar, vigente desde hace dos años, explicó a IPS el jurista Sergio García, directivo del Centro de Estudios Estratégicos de Nicaragua, un organismo especializado en las relaciones cívicas-militares.
"Ese Código no tiene rango constitucional, es una ley ordinaria, y como tal los diputados podrán reformarla por mayoría simple", añadió.
Teóricamente, la bancada oficial liberal no tendrá obstáculo para hacerlo, ya que contará con 42 diputados de un total de 93. Para reformar el Código sólo tendrá que asegurar la presencia de 47, y luego contar con el voto mayoritario de esos legisladores.
Hasta finales de los años 70 el Ministerio de Defensa lo ocupó siempre un militar retirado, subordinado al dictador Anastasio Somoza.
Posteriormente, durante el gobierno sandinista, el cargo estuvo en manos del Jefe del Ejército, el general retirado Humberto Ortega, como Comandante Supremo.
En estos seis años el cargo estuvo acéfalo. La presidenta, Violeta Barrios de Chamorro, ejerció directamente su derecho constitucional como jefa suprema de las Fuerzas Armadas, y no nombró a ningún ministro de Defensa, ya que los militares se resistieron siempre a dicha iniciativa.
Hoy, la historia ha dado un giro de 180 grados, luego que el presidente electo, Arnoldo Alemán, nombró en su gabinete de gobierno a Jaime Cuadra como futuro Ministro de Defensa.
"No conocemos cuál es la reacción oficial del ejército (al nombramiento), pero entendemos que hay disposición para reconocer al futuro ministro de Defensa", comentó a IPS el coronel retirado Javier Pichardo, ex jefe de la Fuerza Aérea Sandinista.
"Creo que ambos podrán trabajar sin problemas, de forma consensuada, ya que estos años el ejército ha venido adecuándose a la vida democrática, y está listo para trabajar con un ministro de Defensa civil", añadió.
Oficialmente se sabe que Cuadra ya entró en contactos informales con el general Joaquín Cuadra, jefe del ejército, quien luego del 20 de octubre dijo que estaba dispuesto a trabajar en conjunto.
Entre ambos no existen lazos de parentesco. Sin embargo, en 1974 Jaime Cuadra fue liberado junto a varios prisioneros sandinistas, gracias a la acción de un comando guerrillero, y viajó junto con ellos a La Habana.
Entre los integrantes del comando liberador estaba Joaquín Cuadra, el actual jefe castrense.
Sin embargo, a pesar de esa relación personal, no pueden descartarse futuros roces entre los militares y el ministro, ya que la reforma al Código Militar tendrá como eje quitarle funciones al jefe castrense y pasárselas a su jefe civil.
Según un estudio jurídico del CEEN, el jefe castrense deberá cederle al menos ocho funciones de orden estratégico, para garantizar la subordinación al poder civil.
Entre éstas se incluyen la dirección y coordinación de los planes estratégicos de defensa, el análisis y aprobación de la composición, dimensión y despliegue del ejército y el control del presupuesto anual asignado a las fuerzas castrenses.
Asimismo, los expertos recomiendan que el Ministerio de Defensa planifique y controle la adquisición de técnicas militares y el funcionamiento del Instituto de Previsión Social Militar, cuyo capital es un secreto.
"Si vamos a hablar de subordinación, de acuerdo a la Constitución, no hay nada que negociar en relación a estas funciones", comentó García.
Aunque, "tratándose de un tema tan delicado y de una ley sumamente nueva, lo más adecuado sería consensuarlo con los mandos del ejército", añadió.
Los directivos del CEEN indicaron que están de acuerdo con el tamaño actual del ejército, ya que en los últimos seis años se ha reducido de 150.000 efectivos a 14.553.
En relación a otros países centroamericanos, Nicaragua tiene un ejército más pequeño que su vecina Honduras (22.500 efectivos), y que El Salvador (21.000 efectivos).
"Consideramos que ese tamaño es muy racional, aunque hay expertos que han dicho que podría reducirse a 11.000 efectivos. La decisión final estará sujeta a la consideración del ministro de Defensa", dijo García.
Finalmente, el directivo del CEEN indicó que ellos comparten la idea de que el Ministerio de Defensa sea mixto (civiles y militares retirados), ya que hay pocos elementos civiles capacitados en el tema militar. (FIN/IPS/rf/jc/ip/96
