MSG002G/01E GUATEMALA: Un día de compromiso y esperanza

Un renacer de la esperanza se produjo hoy en Guatemala tras la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera entre representantes del gobierno y la guerrilla que terminó con 36 años de un sangriento enfrentamiento armado interno.

El documento final de paz sintetiza el contenido esencial del conjunto de acuerdos ya signados entre representantes del gobierno de Guatemala y la guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca(URNG).

Firmaron el histórico documento los miembros de la gubernamental Comisión de Paz (COPAZ), los comandantes de la URNG y Boutros-Boutros Ghali, Secretario General de Naciones Unidas.

El acuerdo fue también rubricado por el presidente Alvaro Arzú, en un emotivo momento en que las campanas de la Iglesia Catedral comenzaron a sonar.

Aunque los inicios de las conversaciones de paz se remontan a 1986, fue hasta 1991, cuando representantes del gobierno y de la insurgencia comenzaron un diálogo directo con una agenda concreta.

Así, en julio de 1991 se firmó en México el primer compromiso sustantivo, llamado "Acuerdo Marco sobre Democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos" conocido también como Acuerdo de Querétaro, que sentó las bases para las futuras negociaciones.

El Acuerdo Marco planteó la preeminencia de la sociedad civil e hizo énfasis en el desarrollo de la democracia, el funcionamiento efectivo de un Estado de Derecho, la eliminación de la represión política, el fraude e imposición electoral, las asonadas militares y las acciones desestabilizadoras y antidemocráticas.

Asimismo, contempló el respeto a los derechos humanos, la subordinación de las fuerzas armadas al poder civil, el reconocimiento y respeto a la identidad y derechos de los pueblos indígenas, el acceso de toda la población a los beneficios de la producción nacional basados en principios de justicia social.

Se tuvo en cuenta además el efectivo reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el conflicto armado interno.

Partiendo de ese compromiso, en marzo de 1994 los representantes del gobierno y la guerrilla firmaron el Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, único que entró en vigencia desde esa fecha y permitió la instalación de la Misión de Naciones Unidas para la Verificación de los Derechos Humanos (MINUGUA).

De ahí en adelante, con crisis, estancamientos y presiones de la comunidad iternacional, los gobiernos de turno debieron sentarse a negociar con la guerrilla para llegar a acuerdos concretos sobre cada uno de los puntos del Acuerdo Marco.

En Junio de 1994 se firmó el acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado y el de establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos.

En marzo de 1995 se firma el acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, donde se reconoce que Guatemala es un país pluricultural, multiétnico y multilingue, reconociendo a los pueblos mayas, garífunas y xincas.

El tema de aspectos socioeconómicos y situación agraria que estancó durante unos meses las negociaciones al finalizar el gobierno de Ramiro de León, fue firmado en mayo de 1996 cuando el país era gobernado por Alvaro Arzú.

Por este acuerdo el gobierno se compromete a implementar cambios en la política y leyes agrarias y laborales, así como a investigar la tenencia dudosa de la tierra y la situación ociosa de la misma.

En septiembre de 1996 se firma también en México, el último de los acuerdos "sustantivos", el de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática, que contempla, entre otras, la reducción de las fuerzas armadas en un 33 por ciento.

A éstos siguió la firma de los "acuerdos operativos"suscritos en Europa en el mes de diciembre. El 4 se firmó el de cese al fuego en Estocolmo, el 7 el de reformas constitucionales y régimen electoral en Oslo, y por último, el 12 de diciembre en Madrid, las Bases para la Reincorporación de la URNG a la legalidad.

Cuatro presidentes han pasado desde que se comenzó a hablar de paz en Guatemala, Vinicio Cerezo, Jorge Serrano, Ramiro de León y ahora el conservador Alvaro Arzú, quién se llevará los aplausos por la firma del acuerdo final de paz.

El conflicto armado interno que comenzó en 1960 con un movimiento dirigido por cuadros militares jóvenes como Luis Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa, ha dejado en su transcurso un saldo de 150.000 muertos, un millón de desplazados internos, millares de viudas y huérfanos.

Ha dejado también más de 45.000 refugiados principalmente en México y una sociedad dividida, sumergida en la pobreza y desgarrada, cuyas heridas seguramente tardarán en cerrar.

El largo capítulo de la guerra está cerrado, ahora viene el de la reconstrucción del país, el combate a la pobreza y a la discriminación, o como dijo el presidente Arzú en su discurso "comienza un capítulo tal vez más difícil que el anterior" (FIN/IPS/cz/mso/96) —-

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