Parte de una delegación de la guerrilla zapatista de México que los últimos días acordó con mediadores del Congreso cambios a leyes indígenas abandonó hoy la sede del diálogo, tras acusar al gobierno de objetar las reformas y poner en peligro el proceso de paz.
Mientras los mediadores intentan superar el conflicto dialogando en la capital con el presidente Ernesto Zedillo, en el sureño estado de Chiapas el líder zapatista subcomandante Marcos señaló que sus compañeros regresan a la selva, pues su seguridad no está garantizada.
Marcos indicó que permanecerá en la ciudad de San Cristóbal, la tercera de Chiapas, donde desde la semana pasada se reúne una delegación del del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) con diputados para definir las nuevas leyes indígenas, hasta que el gobierno defina su postura frente a la negociación.
La guerrilla zapatista aceptó ya la redacción de las nuevas leyes indígenas, cuyo contenido no se conoce, pero el gobierno hizo observaciones, indicaron los diputados, quienes consideraron que el diálogo en Chiapas vive un momento difícil.
La postura del gobierno pone en riesgo la seguridad de los comandantes por lo que se ordenó que retornen a sus posiciones, dijo Marcos. El miércoles, el dirigente había señalado que la paz estaba cercana.
Las reformas a las leyes indígenas, que incluyen cambios constitucionales, son parte de las demandas del EZLN para retornar a un diálogo directo con el gobierno, interrumpido desde septiembre.
Las nuevas leyes deben recoger los acuerdos sobre derecho y cultura indígena suscritos en febrero, los únicos concertados entre la guerrilla y las autoridades desde que iniciaron las negociaciones en abril de 1995.
En los acuerdos el gobierno se comprometió a otorgar a los nativos ciertos niveles de autonomía y atender sus graves problemas de marginación. (FIN/IPS/dc/dg/ip/96