Dos interpretaciones surgen en México sobre la sorpresiva salida de Antonio Lozano de la Procuraduría: incapacidad o surgimiento de riesgos políticos por su actuación.
El presidente Ernesto Zedilllo separó este lunes a Lozano, el único miembro del gabinete miembro de un partido opositor, en medio del desconcierto del propio involucrado y su equipo, responsable de actuaciones que durante dos años fueron tanto aplaudidas como criticadas.
La decisión del mandatario fue felicitada desde el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y un sector del empresariado, donde se veía a Lozano como una pieza incómoda e ineficiente.
En la oposición, la medida despertó suspicacias y se exigió una explicación detallada, que el gobierno parece no querer dar.
En el PRI se saludó el cambio, pues se considera que la Procuraduría mostró ineficiencia. A dos años de los asesinatos del candidato presidencial Luis Colosio y del dirigente oficialista Francisco Ruiz Massieu, aún no se conoce a los culpables.
Este martes, fuentes cercanas a Lozano que prefirieron no dar su nombre afirmaron que el despido de quien ya había presentado su renuncia en cuatro ocasiones se aceleró, pues el procurador estaba a punto de iniciar una acción legal contra una nueva ley electoral, aprobada por la mayoría oficialista.
"Los motivos reales del cambio quiza queden en el misterio, lo cierto es que el país espera que se trate de una movida para enfrentar a las mafias con mayor fuerza y no para complacerlas", dijo a IPS el jurista Emilio Krieger.
Lozano es miembro del derechista Partido Acción Nacional (PAN), que en los últimos dos años logró importantes triunfos en elecciones locales y, según las encuestas, se encamina a triunfar en 1997 en la capital y posiblemente logre la mayoría del Congreso federal.
Este martes se conoció que Lozano, quien encarceló durante su gestión al hermano del ex presidente Carlos Salinas (1988-94) y estableció un precedente histórico al ordenar que el ex mandatario fuera interrogago por un caso de asesinato, es precandidato a la gubernatura de la ciudad de México.
También se informó que esa organización política, junto al centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), arrebató al PRI por primera vez en la historia, la mayoría del Congreso del estado de México, vecino a la capital, en las elecciones celebradas en noviembre.
El nuevo procurador, cuya ratificación en el Congreso Federal se da por descontada gracias a la mayoría del PRI, es ahora el independiente Jorge Madrazo, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos, cuyo prestigio lo ganó en actuaciones en las que muchas veces se enfrentó a la policía.
Al aceptar el cargo, Madrazo repitió la promesa de su antecesor -"trabajar con eficacia, probidad, honradez y comprimoso con la nación"- y reconoció el desprestigio en que está sumida la Procuraduría.
Madrazo, quien llevó a la Procuraduría parte de su equipo de la Comisión de Derechos Humanos, ocupó las instalaciones pocos minutos después de conocido el despido de Lozano, mientras los anteriores funcionarios destruían papeles, empacaban y sacaban en camionetas grandes bultos.
El presidente del PAN, Felipe Calderón, dijo que el ex procurador le confió que fue llamado por Zedillo en forma inesperada para solicitarle su renuncia sin darle explicaciones. El presidente no actuó como un estadista, opinó.
Para presidente del PRD, Andrés López, el cambió en la Procuraduría debe explicarse en detalle y reclamó que se termine con ese tipo de actuaciones oscuras y secretas.
López dijo que sería positivo si la intención es corregir las ineficiencias observadas en las investigaciones de los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu, ambos ocurridos en 1994, pero negativo si el interés es alejar a la oposición para que el PRI no salga más dañado.
El despido de Lozano, que no guardó las formas que tradicionalmente se observan en la política mexicana, cerró una etapa en la que la Procuraduría tuvo actuaciones consideradas importantes tanto en aciertos como en fracasos.
En los últimos dos meses se produjeron hechos destacados en los casos de los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu.
Se descubrió un cadáver que podría corresponder al del diputado del PRI Manuel Muñoz, a quien se acusa de haber sido cómplice del hermano mayor del ex presidente Carlos Salinas, Raúl, en el asesinato de Ruiz Massieu.
El hecho fue considerado un montaje por la familia Salinas y un golpe publicitario por el PRI.
En cuanto al caso Colosio, se tomaron declaraciones de Salinas y sus principales colaboradores y se especula que una de las próximas comparecencias será la del propio Zedillo, quien fue coordinador de la campaña del candidato asesinado.
Otros hechos importantes fueron la detención de supuestos guerrilleros zapatistas, hoy ya liberados, la identificación del jefe de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos, como Rafael Guillén, y el encarcelamiento del narcotraficante Héctor Palma, junto a los 33 policias que lo custodiaban.
También la destitución de 700 agentes acusados de corrupción, el arresto y extradición a Estados Unidos de Juan García Abrego, jefe del Cártel del Golfo, y la creación con Washington de un comite de alto nivel para luchar contra el narcotráfico. (FIN/IPS/dc/ag/ip/96