La estrategia sanitaria gubernamental contra el sida no dio los resultados esperados y urge reorientarla hacia la faz preventiva, señaló Everardo Martínez Sánchez, presidente de la comisión de salud de la Cámara de Diputados mexicana.
Según Martínez Sánchez el sida se ha convertido en el problema número uno de salud pública en México.
El legislador sostuvo que, entre otras cosas, "hay que empezar por destinar fondos públicos suficientes para la prevención y el tratamiento, así como establecer áreas específicas y en buenas condiciones para la atención de los enfermos".
Denunció que "existe un clamor general ante la insuficiencia de medicamentos y equipo en clínicas y hospitales del sector público, tanto para los enfermos de sida como para los pacientes en general".
La inmensa mayoría de la población mexicana acude a los establecimientos sanitarios del Estado debido a su amplia cobertura y a su carácter gratuito.
Cáritas, órgano de asistencia social de la Iglesia Católica, señaló que en México, donde viven 93 millones de personas, hay unos 35.000 enfermos de sida en su fase activa y unos 400.000 portadores asintomáticos del VIH, el virus que lo causa.
Martínez Sánchez aseguró que la Cámara de Diputados de México tiene previsto sancionar en febrero una legislación que contempla nuevas medidas en relación con la lucha antisida.
Las campañas oficiales que apelan a la buena voluntad de la población a fin de ayudar a las víctimas del mal "no han sido suficientes para encararlo adecuadamente", dijo el parlamentario.
Adujo que tres nuevos medicamentos inhibidores de proteasa, que han dado buenos resultados terapéuticos, no fueron incluidos en el cuadro básico de suministro público gratuito para los pacientes.
El costo en el mercado de estos fármacos asciende a unos 10.000 dólares anuales y está fuera del alcance de la mayoría de los enfermos.
La arquidiócesis católica de la capital mexicana puso a disposición del público una línea telefónica de "apoyo emocional y espiritual" para personas afectadas por el sida.
Una red de ministros de culto, no sólo católicos, atiende la línea, que hasta ahora sólo recibe de cuatro a seis llamadas diarias.
Después de un primer encuentro telefónico se pueden buscar citas específicas con algún sacerdote, pastor o monje que viva cerca del solicitante.
Una polémica entre representantes de la iglesia católica y funcionarios y técnicos gubernamentales gira en torno a las campañas preventivas.
Mientras la Iglesia plantea un mensaje centrado en la monogamia para evitar contagios los organismos oficiales también incluyen entre los recursos profilácticos al condón.
La comisión parlamentaria antisida acordó con el gobierno cubano que en 1997 especialistas de la isla caribeña "impartan talleres sobre cómo enfrentar al sida en centros especializados, donde se respete íntegramente la dignidad de los pacientes".
Martínez Sánchez añadió que "en México urge tanto mejorar el trato al enfermo como reorientar la estrategia hacia la prevención, y ante todo elevar los recursos públicos para afrontar el mal".
Dijo que subcomisiones parlamentarias constataron en diversas instituciones de salud estatales y privadas que subsisten altos grados de deficiencia y mala atención a los pacientes. (FIN/IPS/emv/dg/he/96